La última parte del documental sobre el Tren Maya se estrenó a menos de un mes de que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) deje la presidencia. En esta entrega, se entremezclan escenas de la ruta de la locomotora con tomas de sitios arqueológico y memorias de la trayectoria política del mandatario federal.
Entre las escenas que llamaron la atención están aquellas en las que López Obrador aparece subiendo una pirámide en la zona arqueológica de Calakmul, una antigua ciudad maya ubicada en la región de la selva tropical del estado de Campeche, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, no solo por su importancia histórica y cultural, sino también por su entorno natural.
Aunque es común pensar que subir a las pirámides en México está prohibido, esto depende del reglamento interno de cada zona arqueológica.
Lo que sí es aplicable en todos los casos son las sanciones establecidas por la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas.
Dicha ley establece específicamente que está prohibido subir a las pirámides, pero sí sanciones en caso de alterar, dañar o destruir monumentos arqueológicos, ya sea intencional o no.
Es el artículo 52 el que señala que: “Al que por cualquier medio dañe, altere o destruya un monumento arqueológico, artístico o histórico, se le impondrá prisión de tres a diez años y multa hasta por el valor del daño causado. Cuando el daño no sea intencional, se estará a lo dispuesto en el capítulo de aplicación de sanciones a los delitos culposos del Código Penal Federal”.
Sumado a ello, el artículo 55 establece que: “Cualquier infracción a esta Ley o a su Reglamento, que no esté prevista en este capítulo, será sancionada por los Institutos competentes, con multa de doscientos a mil días de salario mínimo general vigente para el Distrito Federal, la que podrá ser impugnada mediante el recurso de revisión previsto en la Ley Federal de Procedimiento Administrativo”.
Calakmul en particular es uno de los sitios en los que aún está permitido subir a algunas de sus pirámides, a diferencia de otras zonas arqueológicas mayas.
Luego de terminar su ascenso por la pirámide principal de este conjunto arqueológico, López Obrador tuvo una conversación con el productor Epigmenio Ibarra.
―”Subir esta pirámide es como una alegoría de lo que ha sido la vida de lucha, ¿no?”, preguntó Ibarra.
―”Sí, y es también una despedida. Después de casi 50 años de lucha por mis ideales y mis principios”, respondió López Obrador.
Cabe mencionar que López Obrador hizo también una parada en Kukulcán, famosa pirámide de Chichén Itzá, a la que está prohibido subir desde 2008.
Hacia el final del capítulo se puede ver al presidente hincarse a un costado de la pirámide, una acción que muchos simpatizantes han tomado como señal de respeto hacia el pasado prehispánico y hacia el pueblo.
La escena forma parte de la última entrega del documental del Tren Maya, llamado Mar de selva, el cual da un vistazo al tramo 7, de Escárcega a Chetumal, que pasa por majestuosos centros arqueológicos como Calakmul, Xpujil, Kohunlich e Ichkabal, en un viaje por la selva más alta y tupida de la península.