Iñaki Dufour
Madrid, 16 sep (EFE).- Dos veces ganó la Liga de Campeones como centrocampista Thiago Motta, una con el Barcelona y otra con el Inter de Milán, al frente ahora como entrenador del retorno del Juventus a la máxima competición continental, a la que da el salto como técnico al igual que Miguel Ángel Sánchez, ‘Míchel’, o Nuri Sahin, también de estreno en el torneo al frente del Girona y del Borussia Dortmund, respectivamente.
La experiencia de Motta en esa cita, el escaparate más reluciente del mundo, pero también el más exigente, es indudable, mientras asume su debut como entrenador en la Champions.
Una prueba de fuego para el preparador que dirigió al sorprendente Bolonia hasta el torneo y que ahora dispara el desafío con el Juventus.
En el pasado, como futbolista, jugó 82 partidos de la Liga de Campeones a lo largo de 15 temporadas, con cinco goles y nueve asistencias, entre el Barcelona, con el que disputó el primer duelo en el torneo (el 10 de octubre de 2001, contra el Olympique Lyon, con un triunfo por 2-0 cuando sustituyó en el minuto 90 a Luis Enrique Martínez), el Inter y el París Saint Germain, con el que se despidió del torneo el 6 de marzo de 2018 ante el Real Madrid.
Ahora vuelve como técnico, entre las decisiones comprometidas que ha tomado en cuanto ha asumido el cargo en el Juventus.
Después de clasificar al Bolonia para la Champions tras 60 años, ha aceptado un nuevo desafío, cuya dimensión es aún mayor, al frente de un histórico que retorna a la Liga de Campeones y al que ha transformado en este mercado.
No ha contado con Federico Chiesa, que se ha debido ir al Liverpool, mientras el club ha invertido 146,6 millones de euros en reforzar las ambiciones en todos los frentes, con los fichajes de los centrocampistas Teun Koopmeiners, por 54,7; Douglas Luiz, por 51,5; y Kheprhen Thuram, por 20,6, además del lateral Juan Cabal, por 12, y el extremo internacional portugués Francisco Conceiçao, cedido por siete millones más tres variables.
Su debut será contra el PSV Eindhoven, este martes en el primer turno horario, cuando se reencontrará con la Liga de Campeones que reinó como jugador en dos ocasiones: una con el Barcelona, en 2006, con un triunfo por 2-1 contra el Arsenal, cuando permaneció todo el encuentro en el banquillo, y otra con el Inter, en 2010, aunque él estaba sancionado por su expulsión en el duelo de vuelta de las semifinales frente al conjunto azulgrana.
Revelación absoluta de la última Liga española, capaz de incluirse entre los tres primeros de la clasificación, incluso por encima del Atlético de Madrid de Diego Simeone, no solo el Girona debuta en la Liga de Campeones, sino también su líder, Miguel Angel Sánchez, ‘Michel’, el motor de un hecho histórico para el conjunto rojiblanco y el propio entrenador.
París Saint Germain, Feyenoord, Slovan Bratislava, PSV Eindhoven, Sturm Graz, Liverpool, Milán y Arsenal, por ese orden, marcan el desafío más grande para el Girona y el técnico vallecano, que nunca jugó la Liga de Campeones como futbolista ni tampoco ha dirigido en ella a ningún equipo como entrenador… Hasta ahora.
Sí disputó la Copa de la UEFA, ahora Liga Europa, como media punta del Rayo Vallecano durante diez choques más dos de previa en la temporada 2000-01 cuando el conjunto franjirrojo fue eliminado en cuartos de final por el Alavés.
Míchel marcó tres goles en ese recorrido, en el que superó al Constelacio, al Molde, al Viborg FF, al Lokomotiv Moscú y al Girondins Burdeos. El entrenador era Juande Ramos.
Nuri Sahin, el nuevo entrenador del Borussia Dortmund, jugó una final de la Liga de Campeones precisamente con el conjunto amarillo, pero jamás había dirigido a un equipo en esa competición. Ni siquiera en un torneo continental.
Su experiencia como primer técnico se reducía al Massese y al Sambenedettese en la Serie C italiana y al Antalyaspor turco, hasta que ha tomado el mando del actual subcampeón europeo en sustitución de Edin Terzic.
Como jugador fue diferente. Cuando era centrocampista disputó hasta 24 duelos de la Champions con el conjunto alemán y con el Real Madrid.
Precisamente, su último choque en este certamen fue entre ambos equipos, el 6 de diciembre de 2017, con él ya en el Borussia Dortmund desde años antes y después de su paso por el club blanco en 2011-12.
En ese tiempo, jugó y perdió una final de la Liga de Campeones: el 25 de mayo de 2013 contra el Bayern Múnich en el estadio de Wembley. Entró en los instantes finales, después del 2-1 de Arjen Robben que marcó la diferencia.
Vincent Kompany, el nuevo entrenador del Bayern Múnich, también se estrena como técnico en la Liga de Campeones. Ya ha dirigido al Anderlecht y al Burnley. Como jugador sí disputó la máxima competición continental. Lo hizo en 51 ocasiones, entre el Anderlecht, el Hamburgo y el Manchester City entre 2003 y 2019. Ahora lo hará desde el banquillo al frente del poderoso club bávaro, al que no le vale nada más que aspirar a lo máximo. EFE
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