El huachicoleo, o robo de combustible, ha alcanzado una nueva escala al integrarse completamente en la vida cotidiana de los mexicanos, pues muchos adquieren combustible robado sin siquiera saberlo, dado que los criminales lo venden directamente a las gasolineras, permitiendo que empresas de transporte y construcción lo adquieran a un menor costo.
El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), quien ha hecho del huachicol su actividad más importante fuera de la producción de drogas, sufrió un fuerte golpe el pasado 10 de septiembre cuando el Departamento del Tesoro de Estados Unidos dio a conocer que sancionó a 26 empresas mexicanas y a 9 individuos vinculados al robo y comercialización de huachicoleo.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) anunció las sanciones contra Iván Cazarín Molina, alias “El Tanque”, y su hermano César Cazarín Molina, alias “El Tornado”, junto con una serie de empresas con base en Veracruz.
La red, según el informe, ha generado “decenas de millones de dólares” para el cártel liderado por Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho, lo que ha permitido al grupo criminal financiar sus operaciones de tráfico de drogas, la compra de armas y más.
Iván Cazarín Molina, arrestado en 2015 y considerado uno de los líderes de la organización, y su hermano César, condenado en 2012 por delitos graves, están presuntamente al mando de las operaciones de huachicoleo del cártel de las cuatro letras en los estados de Jalisco y Veracruz.
La OFAC detalló en su informe que el combustible robado era almacenado cerca de Veracruz y distribuido a gasolineras aparentemente legítimas, y en ocasiones, se vendía a terceros para su comercialización en Texas y Centroamérica.
Apenas hace un año, en marzo de 2023, la OFAC del Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a importantes miembros del CJNG, específicamente Alonso Guerrero Covarrubias, alias “El Ocho”, y Javier Guerrero Covarrubias, por su participación en el robo de combustible, tráfico de armas y lavado de dinero.
La mina de oro del CJNG
El huachicol se ha convertido en la mina de oro del CJNG fuera del negocio de las drogas. Este ilícito ha causado grandes pérdidas a Petróleos Mexicanos (Pemex), con un reporte anual de 2023 que identificó 14 mil 890 tomas clandestinas y una pérdida económica de mil 191 millones de dólares, más pérdidas adicionales de mil 126 millones de dólares.
En una entrevista para InSight Crime, David Saucedo, consultor en seguridad, explicó que las primeras tomas clandestinas de combustible fueron realizadas por pequeños grupos de funcionarios corruptos, quienes luego invitaron a mafias criminales.
Posteriormente, organizaciones como el CJNG absorbieron o desplazaron a estos grupos para consolidar su control sobre el negocio. Esta integración ha permitido al CJNG renovar técnicas y profesionalizar la actividad del huachicoleo, convirtiéndola en una fuente clave de financiación, por ello es relevante del golpe de EEUU.
“Tiene su valor el hecho de que el gobierno norteamericano ya no sólo combata como tal el narcotráfico, sino también actividades periféricas que son secundarias, pero que reditúan ingresos, como el huachicol”, reconoció Saucedo.
Por otro lado, Jaime López-Aranda, especialista en seguridad pública, justicia penal y derechos humanos, afirmó a InSight Crime que las medidas impuestas por el Gobierno de EEUU a las empresas no alterarán significativamente la dinámica del cártel, resaltando también la dificultad de judicializar.
Saucedo menciona que para muchos mexicanos, comprar combustible robado es una opción económica, similar a adquirir productos de mercado negro, tal y como las películas pirata.