El partido-milicia chií libanés Hezbolá ha confirmado este miércoles de madrugada la muerte de doce de sus miembros sin especificar las circunstancias y tras una jornada marcada por la explosión de dispositivos buscapersonas de miembros de grupo islamista, un incidente que deja al menos nueve fallecidos y 2.800 heridos y del que desde Beirut responsabilizan a Israel.
Los muertos han sido identificados como Yussef Madi Alwa ‘Hadi’, Hasán Ahmed Muhamad ‘Mustafa’, Nayib Abdul Husein Ala al Din ‘Alí Mazlum’, Hasán Muhamad Yasin ‘Yamen’, Husein Ahmed Mantash ‘Salá’, Muhamad Zakaria Abbas ‘Haidara’, Abbas Bilal Munin ‘Mirza Mahdi’, Muhamad Mahdi Alí Ammar ‘Dhu al Fiqar’, Husein Alí Ala el Din ‘Zakaria’, Husein Ayub Faqi ‘Baqer’, Abbas Fadl Yasin ‘Abu al Fadl’ y Mahdi Abbas Samhat ‘Yawad Maatuq’, según ha publicado la cadena de televisión libanesa Al Manar, afín al grupo.
Entre ellos, ‘Haidara’ ha fallecido por la explosión de su ‘busca’, según un comunicado de la municipalidad libanesa de Yiye, que ha lamentado “profundamente” la muerte de “un hombre amado y querido por todo el pueblo”.
Además, el Decanato del Instituto Superior de Doctorado en Artes, Humanidades y Ciencias Sociales de la municipalidad ha mostrado sus condolencias por “un estudiante educado y distinguido en el campo de la geografía” que “era querido por todos los profesores, el personal y los estudiantes” y que “se encontraba en la etapa final de presentación de su tesis doctoral”, según recoge la agencia estatal de noticias libanesa NNA.
Unas horas antes de los ataques, el Ejército de Israel había reclamado la muerte de tres miembros de Hezbolá en bombardeos contra el sur de Líbano, si bien el grupo no se había pronunciado al respecto.
HEZBOLÁ DA EL PÉSAME A LOS FAMILIARES DE LOS “MÁRTIRES”
El partido-milicia ha emitido un comunicado en el que da el pésame a los familiares de todos los “mártires” de la jornada “ya sea en el frente sur en Blida y Majdal Silm, o a los mártires que murieron en la agresión traicionera y generalizada mediante la explosión de dispositivos de comunicación”.
“Lo que sucedió ayer aumentará nuestra determinación y resolución de continuar en el camino de la yihad y la resistencia”, continúa la misiva, compartida también por Al Manar, que acaba por prometer una “respuesta”.
DETALLES DE LAS EXPLOSIONES
Si bien las explosiones habían sido atribuidas en un principio a un ataque cibernético, varios funcionarios estadounidenses han confirmado al diario ‘The New York Times’ que la Inteligencia israelí ha logrado ocultar material explosivo dentro de un nuevo lote de unos 3.000 ‘buscas’ de fabricación taiwanesa e importados a Líbano.
A estos aparatos, la mayoría del modelo AP924 de la compañía taiwanesa Gold Apollo, se les introdujo material explosivo de una o dos onzas junto a la batería de cada ‘busca’ y un interruptor que podía activarse de forma remota para la detonación a su llegada a territorio libanés, tras lo que Hezbolá los distribuyó entre sus miembros en Líbano, Siria e incluso Irán.
Sin embargo, el fundador de Gold Apollo, Hsu Ching-kuang, ha asegurado ante la prensa que la empresa había firmado un contrato con un distribuidor europeo para la marca en sus propias fabricaciones y que se ha encontrado al menos una anomalía con esta distribuidora, que no ha sido mencionada, en referencia a una transferencia bancaria que se demoró mucho tiempo, según la cadena de televisión estadounidense CNN.
Todos estos buscas que estaban encendidos recibieron un mensaje a las 15.30 horas (local) que acabó activando los explosivos previo a un pitido de varios segundos. Además de los heridos en territorio libanés, otros 14 miembros de Hezbolá han resultado afectados en Siria.
Cabe recordar que el pasado 13 de febrero, el líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, advirtió durante un discurso televisado sobre los peligros de los teléfonos móviles y pidió “romperlos, enterrarlos o encerrarlos en una caja de hierro” por su vulnerabilidad a la Inteligencia de Israel.
Desde Beirut, tanto el Gobierno como Hezbolá han vinculado lo ocurrido a Israel y han prometido una respuesta, si bien desde Tel Aviv guardan silencio.