*Grupo INECO es una organización dedicada a la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades mentales. A través de su Fundación INECO, investiga el cerebro humano.
La enfermedad de Alzheimer es la causa más frecuente de demencia a nivel mundial. Sin embargo, la comprensión pública sobre esta enfermedad está plagada de mitos y malentendidos. A continuación, abordaremos algunos de los conceptos erróneos más comunes sobre el Alzheimer para brindar una visión más clara y precisa.
Realidad. Aunque tener antecedentes familiares de Alzheimer puede aumentar el riesgo de desarrollarla, no es un determinante absoluto.
La enfermedad tiene múltiples factores de riesgo, tanto genéticos como ambientales. Menos del 1% de los casos son de origen familiar debido a mutaciones genéticas específicas, que suelen causar la enfermedad a edades más tempranas.
Realidad. Aunque el riesgo de Alzheimer aumenta con la edad, no es una parte normal del envejecimiento. Es una enfermedad neurodegenerativa que produce una pérdida progresiva de la memoria y habilidades cognitivas.
No todos los adultos mayores desarrollarán Alzheimer, y no todos los síntomas cognitivos en este grupo etario indican el inicio de la enfermedad.
Realidad. Aunque la mayoría de los casos de Alzheimer ocurre en adultos mayores, también existe un subtipo conocido como “Alzheimer de inicio temprano”, que puede afectar a personas menores de 65 años, e incluso a individuos en sus 30 años.
Este tipo puede presentar síntomas atípicos como dificultades visuoespaciales, problemas en el lenguaje o en la ejecución de tareas complejas.
Realidad. Aunque no existe una forma definitiva de evitar el Alzheimer, adoptar hábitos saludables puede reducir el riesgo. Mantener el control de factores de riesgo cardiovascular, llevar una vida social activa, cuidar la salud mental y realizar ejercicio regularmente son medidas que pueden ayudar a disminuir el riesgo.
Realidad: Aunque la pérdida de memoria es el síntoma más destacado del Alzheimer, la enfermedad puede afectar otros dominios cognitivos, como la atención, la orientación espacial, el lenguaje y la capacidad de juicio. Además, pueden presentarse síntomas neuropsiquiátricos como desinhibición, irritabilidad, depresión y ansiedad, variando ampliamente entre los pacientes.
Realidad. Actualmente, no existe un tratamiento definitivo o curativo para el Alzheimer. Tampoco hay suplementos aprobados con evidencia científica sólida que demuestren eficacia para curar o ralentizar la progresión de la enfermedad.
Sin embargo, hay tratamientos aprobados que pueden aliviar o aminorar los síntomas, y en caso de deficiencia de vitaminas como la B12, su suplementación puede ser beneficiosa.
Es fundamental desmentir estos mitos para fomentar una comprensión más precisa sobre la enfermedad de Alzheimer y promover una mejor calidad de vida para quienes la padecen.