Las entidades que manejan la economía en el país, esperan que el PBI del Perú cierre positivamente el año —uno que sufre aún los rezagos de la recesión económica del 2023, la primera en más de 20 años, sin contar el periodo de pandemia—. Mientras, el Banco Central de Reserva (BCRP) ha proyectado un 3,1% para la producción del país, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) es algo más optimista, con un 3,2% proyectado.
Si bien en parte las cifras responde a un clásico efecto ‘rebote’ luego de una año recesivo, también se ven algunos sectores recuperándose —aunque aún algunos tienen cifras lejanas a la pandemia—, y con una mayor inversión privada que se ven en dos grandes proyectos: el Puerto de Chancay y el nuevo terminal del Aeropuerto Jorge Chávez, dos obras que, a la fecha, siguen considerando una apertura en noviembre y diciembre, respectivamente.
Según el Marco Macroeconómico Multianual para 2025 – 2028 se prevé una mayor ejecución en infraestructura por la aceleración de estas hacia finales de este año. Sin embargo, tras estas aperturas, la proyección del PBI para los siguientes años aún se mantiene en 3% hasta el 2028, una cifra que aparentemente muestra un estancamiento, pero que, según exministros de Economía, consultados por Infobae Perú son consideradas proyección optimistas.
Los dos grandes proyectos para este año
El Megapuerto de Chancay y el Nuevo Aeropuerto Jorge Chávez se erigen como los dos ‘caballos de batalla’ de este Gobierno, resaltados como grandes obras de infraestructura que van a retornar la mejor imagen del Perú hacia el extranjero. El primero, se dice que volverá al Perú el hub portuario de Latinoamérica, que permitirá que la región se abra camino fácilmente hacia Asia. Pero a pesar de estas dos obras, que tendrían que tener un gran impacto en el país, el MEF ha proyectado que el país crecerá a un ritmo de 3%, inclusive hasta el 2028.
Estas cifras son insuficientes, tal como lo ha señalado el ministro de Economía, José Arista. Nada más para el 2024, el titular de la cartera consideró que esta tasa es “bien modesta, para lo que necesita el país. Podremos estar por encima del promedio de Latinoamérica posiblemente, pero para lo que necesitamos, para esos 3,2 millones de peruanos, que están por debajo de la línea de pobreza en estos dos últimos años, debido a que la economía no ha crecido lo suficiente, este 3 % no es suficiente”.
Si ya para un 2024 con un efecto ‘rebote’ esto es bajo, la situación de los siguientes años, hasta el 2028, muestran otro panorama, con cifras de 3%, insuficientes, para el Perú que ya estaría equipado con una primera fase del Megapuerto de Chancay y un Nuevo Aeropuerto Jorge Chávez, con el Puente Santa Rosa ya listo. Sin embargo, esto no significa que las cifras proyectadas sean pesimistas, sino que estarían cerca de lo que se puede prever para el siguiente año.
¿Impactará el Megapuerto de Chancay en el PBI?
Para Luis Miguel Castilla, el exministro de Economía y director de Videnza Instituto, estas cifras pueden ser consideradas como ‘optimistas’, dado que hay dos factores que él considera que impactarán hacia el siguiente año.
“Acordémonos que de acá a un año, comienza ya la ‘parálisis’ vinculada a la incertidumbre electoral. Entonces, siempre seis meses, un año antes, muchas decisiones se comienzan a ralentizar y posponer, según como vaya el escenario político. Y nada hace predecir que haya menos incertidumbre que todos los años que haya elecciones”, explica para Infobae Perú.
Si bien el factor electoral es relevante para prever la situación económica del Perú, un segundo tema es que tanto el Megapuerto de Chancay, como el Nuevo Aeropuerto, no van a impactar en un aumento de la producción, necesariamente.
“El proyecto de Chancay, sí es uno muy importante, pero esta es la primera fase. El proyecto completo se dará cuando se complete la segunda fase, que son US$ 3.500 millones en total. Y su potencial sería principalmente por el lado de la exportación y la reconversión que se daría en las zonas especiales que se crearían para beneficiarse de ese puerto”, aclará Castilla.
“Todo esto presupone que se va a avanzar con la segunda fase, lo cual no se sabe”, agrega. Actualmente, hay planes para la creación de una zona económica especial para la zona, así como proyectos para facilitar el transporte en Chancay y el Perú, pero estos aún no avanzan hacia concretarse. ”Esa conectividad no sabemos que va a estar lista y va a poder facilitar el comercio, que venga no solamente de la producción nacional, sino que venga de otros países vecinos para aprovechar el puerto y las preferencias arancelarias con mercados asiáticos”, agrega el exministro.
Carlos Oliva, exministro de Economía, así como expresidente del Consejo Fiscal, opina también que, a primera vista, las cifras son “ligeramente optimistas”. Sin embargo, señala que “no veo por qué creceríamos por encima del PBI potencial”, el cual está entre 2,2% y 2,4%.
¿El Gobierno puede llegar al 3% hacia el 2028?
“No es imposible llegar a crecer al 3%”, dice Carlos Oliva a Infobae Perú. Sin embargo, el exministro no cree que el Gobierno tenga la fuerza para tomar las medidas que ya se han planteado en acciones concretas.
“Hay elementos que podrían ayudar [a crecer 3%]. Precisamente, [se lograría] si se hace bien lo del Puerto de Chancay, si hay zonas económicas especiales, si viene inversión extranjera, si me se mantiene alto el precio de los minerales. Pero todo eso tiene que materializarse. Y como vienen las cosas, con un gobierno débil, que no tiene rumbo, entonces es difícil que esto se pueda dar”, aclara Oliva.
Sin embargo, a un par de meses de la apertura de la primera fase del Megapuerto de Chancay, no hay mucho avance en que todas las implementaciones necesarias alrededor se tengan lista para que se aproveche esta gran infraestructura que haría al Perú el hub portuario de Latinoamérica.
“Con Chancay, estamos viendo que el Puerto va a estar funcionando, pero las carreteras no. Eso puede generar embotellamiento. La ley de Zonas especiales todavía no se aprueba en el Congreso. Y si se aprueba, tiene que reglamentarse, van a ser 6 meses más y ahí tienen que decidirse las inversiones. El efecto no se vería en el 2025; con suerte, en el 2026″, agrega el exministro.
Entre los dos exministros de Economía consideran que el impacto no se va a ver en el corto plazo, mucho menos antes de las siguientes elecciones, como opina Castilla. Concuerdan en que las cifras que el MEF proyecta para el 2028 parecen bastante optimistas para un escenario en que tanto el Megapuerto de Chancay como el Nuevo Aeropuerto Jorge Chávez no tiene algunos componentes asegurados (como la segunda fase de Chancay), y algunos todavía tendrán sus accesos normales en un par de años (como el Puente Santa Rosa para el nuevo terminal del aeropuerto).
Aún no se asegura la conectividad
Ambos señalan que los puntos más importantes, que aún faltan asegurar, tiene que ver con la conectividad, la conexión en las zonas. Para Castilla, “la conectividad del puerto con el resto del país es clave. Después, tener una conectividad entre el puerto y el aeropuerto”.
“Acordémonos que cuando se construyó el Aeropuerto de Pisco favoreció un poco de carga, pero no es que fuera un polo de desarrollo que haya ayudado a otros sectores”, ejemplifica.
Los exministros de Economía resaltan que a pesar de que se esté concretando Chancay, sacar potencial de este proyecto “no es automático”. Así, se puede correr el riesgo de que se permita una gran infraestructura en la zona, sin que Perú esté sacando todo el provecho que puede de este.
“Si no viabilizamos todas esas carreteras de acceso a Chancay; eventualmente, las que permiten la carga de Brasil, el cabotaje, por ejemplo, para poder mover por por mar este mercadería, tenemos el riesgo de que Chancay explote todo su potencial”, señala Oliva.
Si bien por ahora solo la construcción del Puerto de Chancay se verá reflejado en el PBI de este año, todo el potencial que este tiene podría no aprovechar si no se inciden en materializar las medidas que recomiendan los exministros, que, si no se aplican, podría acarrear problemas logísticos, de carretera, cabotaje y decenas más
Sin embargo, para la economía del 2025 al 2028 también se necesitan otras medidas más allá de viabilizar el movimiento del comercio al puerto. Como se sabe, el MEF ha señalado que el país debería crecer por encima del 5%, para asegurar el futuro del Perú, que baje la pobreza y crezca el empleo, sobre todo frente a problemas que impactan directamente en la economía tanto local —con la inseguridad ciudadana, que afecta a miles de empresas y emprendimientos— como a las instituciones del Estado —con la inmoral, pero también costosa corrupción—.