(JASON SZENES/)
En una reciente columna publicada por Cambio, la periodista colombiana María Jimena Duzán lanzó duras críticas contra el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, acusándolo de utilizar su influencia política para consolidar el control sobre la justicia y los organismos de control en Colombia, como la Procuraduría General de la Nación.
Duzán sostiene que Vargas Lleras, que ha estado relacionado con el escándalo del “cartel de la toga”, ahora se presenta como defensor del Estado de derecho mientras sigue ejerciendo presión en las cortes. Según la periodista, el exvicepresidente busca evitar que el presidente Gustavo Petro nombre al próximo procurador, pues teme que esto le dé al gobierno un control considerable sobre el sistema judicial, específicamente en la Corte Constitucional. Vargas Lleras ha advertido que, si Petro logra nombrar a sus candidatos, podría tener una mayoría en la Corte en 2025, lo que permitiría decretar, por ejemplo, una emergencia económica.
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¿Petro realmente quiere quedarse en el poder?
Sin embargo, Duzán cuestiona la veracidad de estas afirmaciones, sugiriendo que Petro, en lugar de estar articulando un plan para mantenerse en el poder, parece más bien “encartado y embolatado” en la gestión de sus responsabilidades gubernamentales, al punto de delegar decisiones clave a figuras como Laura Sarabia. La periodista enfatiza que el mandatario ni siquiera ha logrado definir un plan concreto para la transición energética o nombrar a los miembros de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), lo que hace poco probable que esté conspirando para perpetuarse en el poder.
“Falta ver qué tan cierto es que Petro, tan flojo para armar hojas de ruta, tenga ya un plan para quedarse en el poder, como lo asegura Vargas. A Petro no se le ve que quiera quedarse en el poder y más bien uno lo siente encartado y embolatado con sus responsabilidades de Gobierno al punto de que las ha delegado en una persona opaca como Laura Sarabia”, señala la columnista.
Las fichas de Vargas Lleras
Duzán señala que quien realmente parece tener un plan es Vargas Lleras. De acuerdo con su análisis, dos de los candidatos para ocupar la Procuraduría tienen vínculos estrechos con el exvicepresidente. Uno de ellos es Luis Felipe Henao, exministro de Vivienda de Juan Manuel Santos y abogado cercano a Luis Carlos Sarmiento, y el otro es Germán Varón Cotrino, exsenador y aliado de Vargas Lleras en el Congreso. Para la periodista, el hecho de que ambos hayan sido postulados por el Consejo de Estado y la Corte Suprema de Justicia evidencia el poder que Vargas Lleras aún tiene en las cortes.
La columna también recuerda el historial de Vargas Lleras en el manejo de la justicia, señalando su influencia en la elección de Néstor Humberto Martínez como fiscal general en 2016, pese a los cuestionamientos por su relación con el Grupo Aval y el escándalo de Odebrecht. Según Duzán, esta decisión fue facilitada por el entonces magistrado Leonidas Bustos, cerebro detrás del cartel de la toga, quien tuvo un papel clave en que Martínez fuera elegido por la Corte Suprema.
Duzán va más allá al relacionar a Vargas Lleras con Luis Gustavo Moreno, exfiscal anticorrupción y miembro del cartel de la toga. En una entrevista que Duzán le realizó a Moreno mientras estaba en prisión, este confesó que había sido nombrado por Vargas Lleras para realizar lo que denominó “sicariato judicial”, lo que incluía armar casos en contra de candidatos presidenciales como Sergio Fajardo y Gustavo Petro con el objetivo de despejar el camino a la candidatura de Vargas Lleras.
La periodista concluye su columna manifestando su temor no por un eventual intento de Petro por controlar la justicia, sino por la posibilidad de que Vargas Lleras logre consolidar su influencia sobre las cortes y organismos de control como la Procuraduría. En su opinión, esto podría permitirle utilizar estas instituciones como armas políticas, tal como, según Duzán, ocurrió durante el auge del cartel de la toga.
