El Ejército de Israel ha asegurado este lunes que llevará “de forma inminente” nuevos bombardeos “en profundidad” contra objetivos del partido-milicia chií Hezbolá en el valle de la Becá, en el este de Líbano, tras una intensa oleada de ataques aéreos contra el sur del país que han dejado al menos cien muertos y más de 400 heridos.
“Pronto atacaremos en profundidad en el valle de la Becá, donde hay bienes estratégicos de Hezbolá en concentraciones de población”, ha dicho el portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, quien ha insistido en que Israel atacará “objetivos terroristas” en esta zona del país y ha acusado al grupo de almacenar armamento en “edificios civiles”.
Así, ha apuntado que Hezbolá “usa a la población como escudos humanos y la pone en riesgo a sabiendas”, antes de confirmar ataques contra viviendas en Líbano. “En cada casa que atacamos hay armas: cohetes, misiles, vehículos aéreos no tripulados, que estaban destinados a matar civiles israelíes”, ha argumentado.
“Operamos constantemente con información aérea y de Inteligencia para ubicar medios de guerra, destruirlos y eliminar la amenaza que supone a los ciudadanos del Estado de Israel, al tiempo que minimizamos los daños a la población civil de Líbano, dentro de lo posible”, ha manifestado, según un comunicado publicado por el Ejército israelí en su cuenta en la red social X.
En este sentido, Hagari ha reclamado a la población residente en el valle de la Becá que abandonen “edificios o casas en las que hay misiles y armas almacenadas”. “Aléjense inmediatamente, por su seguridad”, ha subrayado. “Están viendo las acciones que llevamos a cabo en el sur de Líbano”, ha advertido, en referencia a los últimos bombardeos.
“Hezbolá pretende lanzar estas armas contra territorio israelí y no lo permitiremos. Aléjense, por su propia seguridad. Hezbolá les miente y les pone en peligro”, ha dicho Hagari, quien ha pedido a los libaneses que “escuchen las advertencias del Ejército de Israel, por su seguridad y la de sus familias”.
El aviso llega horas después de un mensaje similar por parte de Hagari a los residentes del sur de Líbano, minutos antes de que Israel desencadenara la oleada de bombardeos más intensa hasta la fecha, con al menos cien muertos y “más de 300” supuestos objetivos de Hezbolá alcanzados en esta parte del país.
En respuesta, Hezbolá ha asegurado haber lanzado decenas de proyectiles contra tres instalaciones militares en territorio israelí en respuesta a la oleada de bombardeos contra Líbano, mientras que el primer ministro interino de Líbano, Nayib Mikati, ha denunciado la existencia de “un plan de destrucción” del país por parte de Israel y ha subrayado que estos últimos ataques “son parte de una guerra de exterminio”.
Durante los últimos días se ha registrado un repunte de las tensiones, especialmente tras la oleada de explosiones coordinadas en dispositivos de comunicación supuestamente por Hezbolá, que dejó alrededor de 40 muertos y unos 3.000 heridos. Posteriormente, más de 50 personas murieron el viernes en el bombardeo ejecutado por Israel contra el sur de la capital de Líbano, Beirut, entre ellos Ibrahim Akil, un alto cargo del grupo libanés.
El aumento de los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá –un grupo apoyado por Irán que cuenta con un importante peso militar y político en Líbano– han hecho temer con la posibilidad de una expansión del conflicto en Oriente Próximo. En este contexto, el Ejército de Israel presentó recientemente a Estados Unidos sus “planes operativos” respecto a Líbano.