La situación de los hinchas del Deportivo Cali es cada vez más angustiante. Tras la salida de Hernán Torres del banquillo técnico, el equipo Azucarero sigue en la lucha por volver a la senda de la victoria, acumulando más de seis fechas sin ganar. Además, el club busca desesperadamente alejarse de los peligrosos puestos de descenso, lo que ha generado una creciente preocupación entre su afición.
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Debido a esta preocupación, un sector de la fanaticada ha reaccionado de manera reprochable, protagonizando episodios violentos: han invadido el estadio de Palmaseca y amenazado con hacer lo mismo en otros escenarios, como estuvo a punto de ocurrir en el estadio Palogrande de Manizales. Este comportamiento no solo afecta la imagen del club, sino que pone en riesgo la seguridad de todos los asistentes y agrava la crisis que atraviesa el Cali.
Precisamente, el club, en su más reciente partido como local contra La Equidad, tenía una sanción en las tribunas sur y suroriental por invasión al campo durante un encuentro con Pasto. Sin embargo, esto no les importó a un grupo de desadaptados que optó nuevamente por invadir el campo de juego, en esta ocasión obligando a que la transmisión del partido fuera interrumpida debido a los hostigamientos que estaban sufriendo los integrantes del equipo de producción de Win Sports.
Carlos Antonio Vélez cuestionó al presidente del Cali
Durante la emisión del programa radial Palabras Mayores, el comentarista futbolístico, Carlos Antonio Vélez, se refirió a los episodios de violencia que han protagonizado algunos fanáticos del Deportivo Cali durante la realización del torneo clausura de la Liga BetPlay 2024.
Según Vélez, tuvo un encuentro con el presidente del club azucarero y no dudó en aprovechar la oportunidad para cuestionar duramente la pasividad de las directivas frente a las barras que están generando conflictos y problemas dentro de la institución. Vélez fue enfático en señalar que la falta de acciones concretas por parte de los dirigentes solo agrava la crisis y fomenta la violencia entre algunos sectores de la hinchada.
“Me di el gusto de decírselo en la cara al presidente del Deportivo Cali. Se me acercó muy amable, se presentó; no lo conocía. Y sin anestesia, fiel a mi estilo, le dije: ustedes no pueden seguir respaldando a ese tipo de delincuentes que se disfrazan de hinchas de su equipo. Los que acaban de atacar la móvil de Win, y así fuera la móvil de Caracol o de quien sea, es propiedad privada. No hay razón alguna para agredir, hacer daño a lo ajeno y poner en riesgo la vida de personas trabajadoras. Eso es ruin y tiene que ser castigado”, dijo Vélez.
El periodista deportivo también afirmó que no es solo el club caleño el que muestra esta flexibilidad con sus fanáticos. De acuerdo con Vélez, esta actitud permisiva se ha observado en varias instituciones del fútbol colombiano. Advirtió que, de no abordarse esta problemática de manera decidida, existe el riesgo de que se produzca una nueva tragedia que podría manchar aún más el fútbol profesional en el país.
“Espero que el presidente haya recibido el mensaje, porque sé que muchos presidentes de clubes en el fútbol colombiano, para evitarse problemas, apañan, les soban el lomo y hasta les dan boletas, dinero y empleo a estos subnormales. Un día de estos, van a causar una tragedia”, expresó.
Las sanciones para los hinchas que invaden el campo de juego y agreden al personal, como árbitros o miembros del equipo de transmisión, están claramente definidas en el Código Disciplinario Único de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) y en las resoluciones emitidas por el Comité Disciplinario del Campeonato.
- Invasión al campo de juego: Los clubes son responsables de las acciones de sus hinchas, lo que implica sanciones tanto para el club como para los individuos identificados. En estos casos, los clubes pueden enfrentar sanciones como: Suspensión parcial o total de tribunas. Multas económicas significativas (en un caso reciente, el Deportivo Cali fue sancionado con una multa de $10.400.000 y la suspensión de dos tribunas.
- Agresión al personal: Las agresiones a árbitros, jugadores u otros miembros del personal de los eventos deportivos se consideran infracciones graves. Estas conductas pueden acarrear: Multas a los clubes que pueden superar los $26.000.000. Sanciones individuales, incluyendo la prohibición de asistir a partidos y posibles acciones judiciales si la conducta es considerada un delito.
