Kabul, 24 sep (EFE).- El ministerio de Exteriores del gobierno talibán que lidera de facto Afganistán desde agosto de 2021 criticó a la ONU por no invitar a su representante a la Asamblea General, que se celebra esta semana en Nueva York, y vetar el asiento en el evento al representante elegido por los fundamentalistas.
“La ausencia y la no entrega del asiento del pueblo afgano al verdadero representante de los afganos es una violación y una persecución de los derechos de los afganos”, dijo a EFE Zia Ahmad Takal, vocero adjunto del Ministerio de Relaciones Exteriores del Ejecutivo de los talibanes.
Según el portavoz, dada la situación de desarrollo económico, social y político del país desde su vuelta al poder -un argumento habitualmente esgrimido por los talibanes-, la comunidad internacional debería tomar decisiones positivas respecto a Afganistán.
“Esperamos que en esta cumbre, dada la actual y real situación de Afganistán, se tomen decisiones positivas y se presenten opiniones constructivas, considerando el desarrollo político, social y económico; proporcionando facilidades a los afganos, asegurando sus vidas y muchos más avances que se han logrado en Afganistán”, afirmó Takal.
El Gobierno de facto de los talibanes había nombrado al jefe de su oficina política en Doha, Suhail Shaheen, como representante permanente de Afganistán ante las Naciones Unidas, pero la ONU aún no han entregado el asiento al representante elegido por los talibanes.
“Si la ONU le entrega el asiento al representante electo, (Shaheen) podrá hacer su trabajo de manera responsable y defender los derechos del pueblo afgano”, dijo el portavoz talibán.
La 79ª Asamblea General de la ONU, considerada uno de los mayores eventos diplomáticos globales, comenzó este martes en Nueva York.
Sin embargo, Naseer Ahmad Faiq, el representante interino -del Gobierno afgano depuesto- de Afganistán en las Naciones Unidas y encargado de la misión permanente de Afganistán ante la ONU, ha declarado que participará en la ronda de la Asamblea General en nombre de Afganistán.
“Es un honor representar a Afganistán en la Asamblea General (…) Un paso crucial hacia la solidaridad global, la sostenibilidad y la paz”, escribió Ahmad Faiq, no alineado con los talibanes, en su cuenta de X.
Los talibanes retomaron el poder en Afganistán tras la retirada de las tropas estadounidenses de Kabul el 15 de agosto de 2021, tras veinte años de guerra y bajo la promesa de que su llegada traería la paz a este país asiático.
Tres años después los analistas denuncian constantemente las “ejecuciones extrajudiciales, torturas, desapariciones y encarcelamientos extrajudiciales” llevados a cabo en nombre de la seguridad, sin que exista “ningún departamento específico para presentar alegatos”.
El reconocimiento internacional del Gobierno de facto de los fundamentalistas es aún escaso, pero en los últimos meses China ha designado a un embajador en Kabul y Rusia se mostró en junio a favor del reconocimiento de los talibanes. EFE
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