El 64º Salón Náutico Internacional de Génova, un evento clave para la industria náutica, fue escenario de un curioso y valioso rescate el pasado domingo. Los equipos de buceo encargados de la seguridad del evento recuperaron un pendiente valorado en aproximadamente 100.000 euros, perdido por una visitante mientras abordaba un superyate, según medios locales de la región de Génova.
La mujer, que se encontraba realizando un recorrido por las embarcaciones de recreo amarradas en el muelle del salón, se percató de que ya no llevaba su joya cuando subió a bordo de uno de los yates más exclusivos en exhibición. Según explicó, el pendiente se habría caído al agua mientras abordaba el yate multimillonario, cuyo precio alcanza los 50 millones de euros, convirtiéndose en una de las embarcaciones más caras del salón.
Ante la pérdida, la visitante solicitó la ayuda del personal del evento, quienes de inmediato dieron aviso a los equipos de seguridad. Los buzos se sumergieron en las aguas del puerto y, tras unos 30 minutos de búsqueda, lograron recuperar la valiosa pieza de joyería, devolviéndola a su propietaria.
Agradecida por la recuperación de su pendiente, la mujer ofreció una recompensa a los buzos, aunque, según confirmaron fuentes del Salón Náutico Internacional al medio italiano Genova24, el importe de dicha gratificación no fue revelado.
Un evento para los profesionales del sector y entusiastas del mar
El 64º Salón Náutico Internacional de Génova, que ha tenido lugar del 19 al 24 de septiembre de 2024 en el Paseo Marítimo de Levante, es un evento destacado tanto para los profesionales del mercado náutico como para los entusiastas del mar. Durante seis días, los visitantes han podido disfrutar de una amplia exposición de embarcaciones, así como de las últimas innovaciones en diseño, tecnología y sostenibilidad en el sector.
Este salón náutico es considerado un referente mundial y un símbolo del “Made in Italy”, al combinar tradición, conocimiento, diseño y tecnología. Con una fuerte presencia internacional, el evento sirve de plataforma para el intercambio institucional y comercial dentro de la industria, consolidándose como una cita ineludible para los actores del sector náutico a nivel global.
Este peculiar rescate añade una anécdota más a la rica historia del Salón de Génova, demostrando que, además de ser un escaparate de lujo y tecnología, también es un espacio donde ocurren eventos inesperados.