Charly Alberti hace años ya que se está destacando a nivel internacional por algo más que por su rol de músico y uno de los creadores de la icónica banda Soda Stereo. Su interés por crear un ambiente sano lo llevó a fundar Revolución 21 (R21), una organización que busca que América Latina se desarrolle de manera sostenible, aprovechando sus recursos naturales y humanos. Su objetivo es que la región se convierta en un ejemplo de crecimiento sostenible, integración social y protección del medio ambiente.
En un momento en que el cambio climático es una realidad ineludible, Alberti, advirtió hoy, una vez más, sobre la urgencia de abordar estos problemas desde una perspectiva científica y pragmática, alejándose de las discusiones políticas estériles.
Alberti fue nombrado en las últimas horas como Embajador de Buena Voluntad del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) para América Latina y el Caribe. Este nombramiento, el primero de su tipo en la región, se anunció durante la Asamblea General de la ONU en Nueva York como reconocimiento a su labor al frente de la fundación Revolución 21, que se dedica a promover la sostenibilidad y la educación ambiental.
Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA, destacó la importancia de unir arte y activismo ambiental y señaló a Alberti como una figura clave para inspirar tanto a ciudadanos como a gobiernos en la lucha por un futuro sostenible. La misión de R21 se enfoca en generar conciencia sobre cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación.
En ese mismo marco, el de la Asamblea General de la ONU en que se dio el nombramiento de Alberti, el gobierno de Javier Milei anunció la salida de Argentina del “Pacto del Futuro”, una iniciativa respaldada por 193 países. Este acuerdo estableció compromisos para reformar instituciones internacionales y aplicar 56 acciones con el fin de garantizar el crecimiento y la equidad social, política y económica para las generaciones presentes y futuras.
El Pacto del Futuro reconoce la urgencia de abordar la crisis climática y la degradación ambiental. El acuerdo destaca la necesidad de acelerar los esfuerzos para restaurar, proteger y conservar el medio ambiente y utilizar los recursos naturales de manera sostenible. Además, enfatiza la importancia de la cooperación internacional para ayudar a los países en desarrollo a desarrollar tecnologías limpias e incluye un capítulo sobre el “Pacto Digital”, que busca regular las redes sociales, las empresas tecnológicas y la inteligencia artificial.
Ante esto, Alberti, al ser consultado esta mañana por Radio Rivadavia, dijo que para abordar los temas del calentamiento global “lo más importante es tratar de salir del diálogo o del foco político berreta y tratar de ir hacia un pensamiento más elevado que tiene que ver con que el cambio climático está sucediendo”.
Para hacer esta afirmación, remarcó, “uno se basa principalmente en dos cuestiones: primero, científicas, en la ciencia. A veces cuando me preguntan: ‘Che, ¿pero no existe? [el cambio climático], les digo que es una cuestión de conocimiento y ciencia”. Por lo tanto, si se niega el cambio climático “o tenés un interés personal o sos un ignorante. Punto, no hay otra”.
Alberti consideró que “la gente a veces no logra conectar todas las variables del cambio climático. Por ejemplo, si no me afecta directamente, ¿qué me importa que los autos emitan, o que el río esté contaminado? Pero todo está vinculado”, advirtió. “Por eso yo no hablo de cambio climático, hablo de cambio ambiental global porque estamos cambiando nuestro ambiente, nuestro entorno, y eso afecta nuestra calidad de vida y subsistencia”.
“La gente actúa como si no hubiese un mañana”, lamentó. Luego, dio ejemplos de cuánto los seres humanos están modificando su ambiente. “Los microplásticos ya están por todos lados. Se han encontrado gran cantidad de microplásticos en los cerebros de la gente, hasta en el agua embotellada” y explicó que se trata de partículas que casi no se. “Por ejemplo, cuando lavás ropa que tiene nailon, eso genera microplásticos que van al agua y son imposibles de filtrar por lo pequeños que son”, además, “la depredación del mar” es muy grave actualmente.
Por eso, “cuando he dado conferencias para banqueros o políticos, les digo: ‘Cuando vayan a firmar algo que no va en línea con tener un futuro mejor, piensen en sus hijos. Después vayan a su casa, denle un beso a su hijo y díganle: te robé 20 años de vida’”.
“Los chicos ya no tienen más tiempo, y eso es algo fundamental que se entienda. Se están acelerando todos los pronósticos” de modificación del clima, ya que hace unos años las predicciones de aumento de temperaturas se hacían con plazos aproximados para su concreción de 100 años, pero las temperaturas más altas ya se produjeron, primero en 2023 y luego fue superada este año.
“Esto es como si fuese un dominó. Si yo afecto la temperatura del mar, eso genera un dominó en los ecosistemas que acelera los procesos” de modificación y desaparición, dijo.
En ese sentido, el exbaterista de Solda Stereo explicó ciertos intereses vinculados a la negación del calentamiento global al señalar que “al mundo petrolero se le está acabando la vida. ¿Por qué? Porque cada vez es más caro producir petróleo. Vaca Muerta es un ataque a la ecología y a la lógica. Tener que inyectar agua en la tierra para poder sacar petróleo ya es una locura”, opinó. Y quienes “saben que el tiempo se les acaba están en un raid de sacar el rédito mayor en estos últimos años, porque saben que la transición energética va a pasar”.
“Si tengo que hacer una predicción respecto al petróleo, el futuro es 100% hidrógeno. Va a haber una multiplataforma: si el auto es chico para la ciudad, será 100% eléctrico de batería; si son distancias más largas, barcos, aviones, será a hidrógeno”, vaticinó.
Recordó, además, que algunos países se están viendo más perjudicados que otros por la transformación del medio ambiente y dio un ejemplo: “Rusia tiene la mitad de su territorio bajo la nieve. ¿Qué pasaría si el cambio climático libera esos campos y los convierte en campos productivos? Sería espectacular” para esa nación, expresó.
Respecto de su nombramiento como Embajador de Buena Voluntad del PNUMA para América Latina y el Caribe, el músico reiteró que se siente honrado y dijo que, de alguna forma, “lo veía venir” por su trabajo de los últimos años en el marco de R21, pero remarcó que “cuando una organización semejante te pone el ojo y te dice ‘che, te quiero recompensar con esto’ porque en definitiva es eso” es que ha observado por largo tiempo el trabajo de esa persona.
Aseguró, en ese sentido, que ser Embajador de Buena Voluntad no significa que “nadie te baje línea porque se entiende que ellos, para que vos puedas ser embajador nombrado como yo fui, que somos muy pocos, te vienen estudiando hace como siete años, no creas que esto es de un día para el otro. Son procesos larguísimos que yo en algún momento ya me imaginaba que podía venir”.
Su cometido, agregó, “dando las conferencias o haciendo lobby es que alguna de estas cosas que estábamos hablando pasen, porque eso también es trabajar en contra del cambio climático. Decir ‘che, bueno, necesito que esta industria que está así se convierta en esto, qué puedo hacer’. Yo tengo la conexión, yo lo que hago es facilitar y acelerar que los procesos pasen”.
Su organización, Revolución 21, fue creada “para educar y concientizar sobre cambio climático” y “básicamente me permite a mí salir a hacer conferencias escudado detrás de una fundación que me da el aval y aparte es donde tengo una gran cantidad de científicos, quizás de los mejores científicos latinoamericanos en cambio climático, que son asesores míos”. “Lo que yo necesito es subirme a un escenario y hablar con ciencia”, manifestó.
Finalmente, Alberti reconoció que fue el exvicepresidente de Estados Unidos Al Gore le “abrió los ojos en cuanto a la profundidad del problema” del cambio climático. “Yo pensé que teníamos un problema, y cuando lo conocí a él entendí que estábamos realmente en el horno”.