Para desayunar, para acompañar el café del mediodía o pare tomar un postre después de comer. El bizcocho es el acompañante perfecto de muchas comidas. Además, se trata de una de las recetas más versátiles y tradicionales de la repostería.
Con múltiples variantes y sabores, el bizcocho puede adaptarse a diversas ocasiones y gustos, desde los más sencillos hasta los más elaborados, manteniendo siempre su característico equilibrio entre esponjosidad y sabor. Hacerlo en casa es una tarea sencilla. No obstante, hay errores comunes que estropean el resultado final.
Los errores más comunes al preparar un bizcocho
Al preparar un bizcocho, hay errores que pueden arruinar el resultado. El primero es no medir bien los ingredientes. La receta básica del bizcocho requiere de 250 gramos de azúcar, harina, mantequilla y cuatro huevos para una pieza de un kilo. Además, es esencial que los ingredientes estén a temperatura ambiente. Utilizar un huevo frío, por ejemplo, puede afectar la mezcla.
Otro error es no batir correctamente la mantequilla. Debe estar a unos 22 grados y tener un 82-85% de grasa para alcanzar la esponjosidad necesaria. El azúcar también debe añadirse gradualmente, espolvoreándolo lentamente para que se integre bien en la mezcla. Un fallo muy habitual es mezclar todos los huevos a la vez. Es mejor añadirlos de uno en uno para evitar que la emulsión se corte.
El tipo de harina también influye. La más utilizada es la de trigo, pero si se emplean harinas alternativas, como la de arroz o espelta, es importante hidratarlas adecuadamente para que la mezcla quede bien. No tamizar la harina o no batirla lo suficiente puede impedir que el bizcocho crezca correctamente en el horno.
Incorporar la vainilla o la ralladura de limón en el momento adecuado es otro aspecto a tener en cuenta. Estos ingredientes deben añadirse al principio de la mezcla para que impregnen bien el bizcocho. En cuanto a la levadura, si la mezcla está bien emulsionada, no siempre es necesaria. Sin embargo, si se utiliza leche o yogur, es imprescindible añadir una pequeña cantidad de levadura química.
El molde también es clave. Un molde rectangular es ideal si no se usa levadura, ya que permite que el bizcocho suba de forma homogénea. Además, es importante precalentar el horno para garantizar una cocción adecuada. No abrirlo durante la cocción y evitar pinchar el bizcocho con un palillo es fundamental para que no pierda aire y se apelmace.
Cómo hacer bizcocho casero
A continuación, y teniendo en cuenta los consejos anteriores, te recomendamos elaborar esta receta de bizcocho. El tiempo de preparación total será de 50 minutos.
Ingredientes:
- 3 huevos grandes.
- 200 gramos de azúcar.
- 200 gramos de harina de trigo.
- 100 mililitros de aceite de girasol o mantequilla derretida.
- 100 mililitros de leche.
- 1 sobre de polvo de hornear.
- Ralladura de un limón o una cucharadita de extracto de vainilla.
- Sal.
Elaboración:
- El primer paso para preparar un buen bizcocho siempre es precalentar el horno a 180 °C y engrasa un molde con mantequilla y harina para evitar que el bizcocho se pegue.
- Seguidamente, en un bol bate los huevos junto con el azúcar hasta obtener una mezcla esponjosa y de color más claro. Después añade el aceite girasol o la mantequilla derretida y la leche. Es importante incorporar bien los ingredientes líquidos.
- Más adelante, tamiza la harina junto con el polvo de hornear y la pizca de sal, e intégrala poco a poco a la mezcla anterior, removiendo con movimientos envolventes. En este punto, añade la ralladura de limón o el extracto de vainilla.
- Una vez esté todo listo, vierte la mezcla en el molde previamente engrasado y alísala con una espátula.
- Hornea durante 35 minutos o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.
- Por último, deja reposar el bizcocho unos minutos dentro del molde antes de desmoldarlo y colocarlo sobre una rejilla para que se enfríe completamente