El agro liquidó USD 2.480 millones en septiembre, lo que representa una suba del 21% interanual y de 1,2% respecto a agosto. Contra los primeros nueve meses de 2023, el incremento alcanza el 11%.
Así lo informó la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), entidades que representan el 48% de las exportaciones argentinas. El monto liquidado toma relevancia si se tiene en cuenta que las liquidaciones de septiembre del año pasado se habían visto impulsadas por el el tipo de cambio diferencial, el denominado “dólar soja”.
“El ingreso de divisas del mes de septiembre es el resultado del régimen de dólar exportador vigente desde diciembre de 2023, de los precios internacionales, del impacto del clima y plagas sobre el ritmo de cosecha de maíz y soja y de la relación de costos de insumos y granos. La exportación de granos sigue trabajando con altos niveles de capacidad ociosa, así como la industria aceitera, padeciendo márgenes negativos permanentes”, explicaron.
En un contexto de holgada oferta de soja, los precios internacionales de la oleaginosa tocaron mínimos desde 2006. Sin embargo, esta semana repuntó 7% en el mercado de Chicago. “Ya habiendo sopesado el impacto de la abundante oferta estadounidense, el foco se está corriendo hacia el sur y se barajan las posibilidades de cumplir con tan amplias expectativas productivas para el año que viene, empanzando a descontar lo temores sobre el visor de precios”, señaló en un informe la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Sucede que Brasil está atravesando una fuerte sequía que podría recortar la oferta.
“Además, la subas en las cotizaciones de los aceites vegetales, y el anuncio de un paquete de estímulos de parte del gobierno chino para con su economía, han aportado al salto en el precio de la oleaginosa durante la última semana”, agregó.
Exportaciones 2024
En tanto, según estimaciones de la BCR, bajo condiciones climáticas normales, la producción de este año alcanzaría los 143,2 millones de toneladas de granos, lo que representaría un incremento del 9,3% respecto a la temporada anterior. Este crecimiento está impulsado, en gran medida, por la intención de siembra de soja, que cubriría 17,7 millones de hectáreas, un 8% más que el año pasado. Sin embargo, el maíz, que enfrentó desafíos climáticos y fitosanitarios, reduciría su área sembrada en un 21%.
Respecto a las exportaciones de granos, aceites y subproductos, la entidad estima que podrían alcanzar el tercer volumen más alto de la historia. Se espera que se vendan al exterior 101,5 millones de toneladas, un 15% más que en la campaña anterior y el volumen más alto en los últimos cuatro años, aunque sin superar las cifras de las campañas 2018/19 y 2020/21.
A los precios actuales, estas estimaciones implicarían un ingreso de dólares por exportaciones del agro de USD 35.500 millones, superando los niveles de los últimos dos años. Sin embargo, este ingreso sería entre 4.000 y 6.000 millones de dólares menor al registrado durante el auge de los precios agrícolas provocado por el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Por otro lado, en un escenario ajustado por déficit hídrico, el valor de las exportaciones se reduciría a USD 32.600 millones, lo que representaría un incremento del 6% respecto a la campaña pasada, pero un 1% por debajo del promedio de los últimos tres años.
Sobre el complejo oleaginoso-cerealero
El complejo oleaginoso-cerealero, incluyendo al biodiésel y sus derivados, aportó el año 2023, el 50,1% del total de las exportaciones de la Argentina, según datos del INDEC.
El principal producto de exportación del país es la harina de soja (12% del total), que es un subproducto industrializado generado por este complejo agroindustrial, que tiene actualmente una elevada capacidad ociosa cercana al 70%. El segundo producto más exportado el año pasado, de acuerdo con el INDEC, fue el maíz (11%) y el tercero fue el aceite de soja (6,9%)