El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, reveló que el distrito no descarta la posibilidad de racionar la energía eléctrica en la capital del país. De acuerdo con el mandatario distrital hay varias razones detrás de esa posibilidad.
El alcalde Galán advierte que la capacidad instalada de generación eléctrica en Bogotá está al límite en comparación con la creciente demanda de energía. Esto significa que estamos operando muy cerca de nuestra capacidad máxima para generar electricidad en la región.
“Bogotá tiene en este momento un reto que tenemos que resolver, que va de la mano de decisiones del Gobierno Nacional. Las redes de transmisión, que traen energía a Bogotá, son limitadas y hoy tenemos una demanda que está muy cerca de la capacidad instalada para generar energía de la región. Entonces, al no poder traer de otras regiones, estamos básicamente al ras; no tenemos capacidad de ampliar eventualmente la demanda”, aseguró el alcalde.
Además, las redes de transmisión que suministran energía a Bogotá enfrentan limitaciones. Están sobrecargadas debido al aumento de la demanda y no pueden traer suficiente energía de otras regiones del país. Esto se debe a problemas en la construcción de nuevas redes de transmisión que conectarían a Bogotá con otras áreas, como Cundinamarca, Meta y Guaviare.
Por su parte, la generación de energía hidroeléctrica depende de los embalses. Si los niveles de agua en estos embalses disminuyen, la producción de energía también se ve afectada, por lo que que “no depende de Bogotá, eventualmente porque esto es una discusión nacional también. El nivel de embalses genera energía”. Actualmente, los embalses están en niveles preocupantemente bajos, lo que aumenta el riesgo de racionamiento.
Aunque no se espera un racionamiento inmediato, el alcalde Galán advierte que podría ser una realidad para el año 2026 si no se toman medidas. Esto afectaría no solo a Bogotá sino también a las áreas circundantes. Por lo anterior, ahorrar agua no solo es crucial para el consumo humano, sino también para la generación de energía. Si los embalses continúan disminuyendo, el riesgo de racionamiento aumenta. Por lo tanto, la conciencia sobre el uso responsable del agua es fundamental.
“Tendríamos un riesgo. Por eso, ahorrar agua nos ayuda en los dos sentidos: para la generación de energía y el consumo humano”, finalizó Galán, haciendo hincapié en la importancia de tener un uso responsable.
En resumen, el panorama energético en Bogotá es desafiante debido a la combinación de redes de transmisión limitadas, alta demanda y niveles bajos de embalses. El Gobierno Nacional y las autoridades locales deben trabajar juntos para encontrar soluciones y garantizar un suministro eléctrico estable para la ciudad y sus habitantes