Estrasburgo (Francia), 8 oct (EFE).- El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, anticipó este martes los mensajes con los que acudirá el miércoles al hemiciclo del Parlamento Europeo para presentar las prioridades de la presidencia húngara del Consejo de la Unión Europea, donde se espera una confrontación con los grupos mayoritarios proeuropeos.
Una multitudinaria rueda de prensa de más de una hora y 45 minutos sirvió a Orbán de ensayo general para su discurso de este miércoles a partir de las 9:00, en el que debe presentar una presidencia marcada por sus viajes a Moscú, Pekín y Florida (Estados Unidos) en lo que él ha caracterizado como “misión de paz” para el conflicto entre Rusia y Ucrania.
En la rueda de prensa, el jefe del Gobierno húngaro aseguró que celebraría con champán un retorno de Donald Trump a la Casa Blanca y que, aún desde su segunda presidencia rotatoria húngara como primer ministro de este país, ya se había agendado en su calendario la próxima -prevista aproximadamente para el año 2037- porque “hay que ser optimistas”.
Además, se reafirmó en su idea de enviar a los migrantes que lleguen a Hungría en autobuses hacia Bruselas y atribuyó a este colectivo fenómenos al alza como la homofobia, la violencia contra las mujeres o el antisemitismo.
“Hasta que nos pongamos de acuerdo en que cualquiera que quiera entrar en la Unión Europea debe detenerse en sus fronteras externas hasta que se evalúe de manera positiva su solicitud de entrada, nunca detendremos la inmigración”, subrayó Orbán, que defendió el modelo de centros en terceros países para externalizar la gestión migratoria y procesar las solicitudes de asilo fuera del territorio comunitario.
“Los únicos migrantes que permanecen fuera de la Unión Europea son aquellos a los que no dejamos pasar. Por decir esto llevan desde 2015 llamándome idiota o malvado”, añadió, al tiempo que se preguntó si algún gobierno efectuaría las devoluciones de aquellos migrantes a quienes se deniega la solicitud de asilo una vez están dentro de territorio europeo.
El primer ministro húngaro planteó que se empiecen a convocar “cumbres del espacio Schengen”, de forma que los países que forman parte de este área de libre circulación puedan “sentarse juntos de manera regular” para “gestionarla”.
Orbán también criticó a la “élite de izquierda, liberales y centroderecha” que “trata de gestionar los asuntos europeos” y advirtió que “ha comenzado un gran cambio” en la política comunitaria que provocará que la actual mayoría tenga que luchar por no convertirse en la minoría.
“Nosotros representamos la voluntad de la gente”, afirmó Orbán, cuyo grupo en la Eurocámara -los Patriotas por Europa- se sitúa como tercero en número de escaños tras las elecciones al Parlamento Europeo del pasado mes de junio.
En la víspera de un debate parlamentario que se prevé tenso por el constante tira y afloja de Orbán con la Eurocámara y la Comisión Europea, un grupo de eurodiputados protestaron a la llegada del primer ministro con carteles que decían “Stop the steal” (Basta de robar).
Grupos como los Verdes han dejado clara su oposición a que la Eurocámara diera espacio al líder ultra en el hemiciclo y han impulsado eventos paralelos junto a Transparencia Internacional para subrayar, en palabras de los organizadores, el uso indebido del dinero público bajo el Gobierno de Orbán.
También un joven, posteriormente identificado como el concejal de la oposición húngara Márton Gyekiczki, interrumpió la rueda de prensa de Orbán a los pocos minutos de comenzar tirándole papeles y exigiéndole saber “por cuánto ha vendido el país a Putin y Xi Jingping”. El chico fue escoltado fuera de la sala y la rueda de prensa continuó sin más interrupciones. EFE