En la carrera 38 #6-89 del barrio Lagos II en Floridablanca, Carmen Alicia Pérez Salas y su hijo, de 20 años, Josué Alejandro Castro Pérez, esperaban a las autoridades. Estabán presos del miedo, después de que Joel Castro Cañas, el padre de familia, atentara en contra de ellos, amenazándolos con un cuchillo, según las autoridades.
Sobre la 1:00 de la madrugada de este sábado 16 de noviembre, los vecinos fueron testigos de la algarabía y gritos que provenían de la vivienda, ubicada en la misma calle.
Cuando llegaron los uniformados, las víctimas, según el reporte de las autoridades, les advirtieron que el hombre, de 41 años, estaba lleno de ira. De hecho, se había encerrado en el apartamento 302 de la vivienda que ocupaban.
Los policías quisieron mediar con Joel Castro y le ordenaron salir de su casa. Sin embargo, cuando se acercaron a la puerta, notaron las llamas en las rendijas. El fuego invadía de manera continua la vivienda. Las autoridades tuvieron que acudir al Cuerpo Voluntario de Bomberos de Floridablanca para controlar la emergencia.
Diez unidades rodearon la propiedad. Oportunamente, consiguieron extinguir las llamas que amenazaban con consumir por completo el inmueble. Joel Castro salió en una camilla con graves quemaduras en su cuerpo, mientras su esposa y su hijo lo miraban.
Por la gravedad de sus lesiones tuvo que ser trasladado, de inmediato, al Hospital Internacional de Colombia, en Piedecuesta. Allí, se encuentra bajo los cuidados de la unidad de quemados. Su pronóstico es reservado.
Carmen, su esposa, no tuvo de otra que manifestarle a las autoridades que su “compañero sentimental, cada vez que estaba bajo los efectos del alcohol, se ponía violento e intentaba agredirlos: a ella y a su hijo”, detalló el reporte de la Policía Metropolitana de Bucaramanga.
Violencia intrafamiliar e intolerancia en Floridablanca: tres casos en el último mes
Este caso de violencia intrafamiliar se suma al del menor de edad que asesinó a su propio hermano en Floridablanca.
En medio de la violenta gresca se utilizaron armas blancas y Muñoz Ortiz terminó llevando las de perder. Su hermano le propinó una lesión en la frente y otra en el pecho, ambas graves.
Jhoan Harvey fue llevado de urgencia en un vehículo hacia el Hospital San Juan de Dios de Floridablanca, en donde se confirmó que había ingresado sin signos vitales.
Este hecho ocurrió apenas seis días después de que Ángel Rodríguez Contreras, de 19 años, asesinara a su papá en el asentamiento humano Asomiflor, también en Floridablanca.
El rencor que Ángel tenía guardado en el alma se desbordó cuando su papá, Gilberto Rodríguez Díaz, quiso golpear a su hermana embarazada. Esta vez no lo pensó y empuñó un cuchillo en contra del hombre que le dio la vida.
Gilberto, borracho como de costumbre, no se dejó retar de su hijo, y le correspondió en la pelea. Sin embargo, la falta de reflejos y la astucia de un joven de 19 años le impidieron esquivar la trayectoria del cuchillo.
Los gritos de horror de sus hermanos y la madre avisaron de la tragedia a los vecinos, sobre las 11:20 de la noche del 9 de noviembre. Uno de los allegados de Gilberto Rodríguez, la víctima, se ofreció a trasladarlo, agonizante, a la Clínica Guane, ubicada a no más de cinco minutos en motocicleta. Sin embargo, ambas lesiones desangraron, en cuestión de segundos, a Gilberto, quien llegó sin signos vitales al centro médico.
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