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10 minutos con Agustina Casanova, contó cómo atraviesa su embarazo

Agustina Casanova es periodista, conductora, modelo e influencer. Inició su carrera en 2009 y con el paso de los años se destacó tanto en televisión como en radio. Actualmente, integra el equipo de Telefé noticias .

Embarazada de siete meses, espera ansiosa la llegada al mundo de su primera hija Bianca junto a su marido Lautaro Mauro, con quien lleva 17 años de relación. Se conocieron en 2006 en Punta del Este gracias a una amiga en común que los presentó. Un año después se pusieron de novios luego de un romántico viaje a México y se casaron 2013.

En noviembre del 2023, confirmaron la feliz noticia a través de las redes sociales luego de haber esperado prudentemente los tres meses que recomiendan los médicos.

Agustina Casanova
“Una de las cosas que pensé antes de tomar la decisión es: ‘Jamás me voy a arrepentir de tener un hijo, quizás sí me arrepienta de no haberlo tenido'”, confesó Agustina.

Belén: — ¿Cómo estás transitando el embarazo?

Agustina: — Estoy muy contenta, super relajada, tranquila. Creo que mucho más de lo que imaginé. Viviendo el día a día. Cada semana es única con lo cual conectándome con Bianca que cuando se mueve es algo espectacular. Obviamente, llena de ansiedad, llena de miedos. Te mentiría si dijera que no. Con mucha incertidumbre respecto a lo que viene.

Belén: — ¿Qué esperabas cuando te enteraste que estabas embarazada?

Agustina: — Y… estar más nerviosa, queriendo que los demás me aconsejen, queriendo llamar a mi médico todo el tiempo para preguntarle, dudando de toda esta situación y sin embargo es tan intuitivo todo que es espectacular. Hay algo que me dice: “Yo sé que está todo bien”. Por más que me tiré algo o me duela, un día estoy más caída, otros días tengo más energía, pero es todo tan intuitivo, toda esta conexión que existe. Yo sé que ella está bien. Voy a cada chequeo, que ahora es una vez por mes, y certifico que está como yo imaginaba que está. Es todo muy lindo. Y ya desde la panza te empieza a enseñar un montón de cosas, de perder el control, de no saber, de no saber qué viene y de no poder planificar tanto.

Belén: — ¿Y qué miedos se despertaron con el embarazo?

Agustina: — Hay mucha responsabilidad a la hora no solo de traer un hijo al mundo sino de transitar el embarazo, que es maravillosa la gestación, desde ya, pero que también requiere mucho de uno. Yo acostumbrada a ir por la vida, corriendo, bajas un poquito. Estás más tranquila en cuanto a pensar: “Le estoy haciendo un daño a mi bebé”, “no puedo correr”, “tengo que detenerme, nutrirme, alimentarme bien” y respetar cada cuestión.

10 minutos con - Agustina Casanova
Agus: “Con el embarazo le bajé el precio a lo estético”. (Maximiliano Luna) (Maximiliano Luna/)

Belén: — Trabajas mucho con tu imagen, además de ser periodista, trabajas con marcas, sos influencer, ¿te modificó en algo el embarazo respecto a ese cuidado de lo estético?

Agustina: — Sí, al principio sí. Voy a confesar que fue un impacto el cambio físico. Yo acostumbrada a un cuerpo siempre super delgado, lo primero que perdés es la cintura (risas). Entonces es raro que la ropa ya no te entre más y sí hay una transformación que después, ya cuando te sale la panza, empieza a ser algo más armónico, pero al principio es un cambio que empieza como a repercutir en lo anímico.

Belén: — Muchas mujeres mencionan la cuestión anímica, ¿te pasó de sentirte deprimida o bajoneada?

Agustina: — Al principio sí, debo confesar que sí, que iba de la mano con ese primer trimestre en el cual además físicamente yo me sentía mal con nauseas con asco, pero sí me bajoneé porque dije: “No me digas que esto son nueve meses así porque si yo voy a estar con este estado anímico no puedo conmigo”. Imagínate.

Belén: — ¿Y qué te pasó después de eso?

Agustina: — Después cuando lo compartí, cuando lo empecé a contar, porque medio que guardas el secreto hasta los tres meses, cuando empezás a contarlo a los amigos y empezás a empatizar y los otros empatizan con vos de que vas a ser madre, decís: “Wow, esto debe ser lo más maravilloso del mundo y si todas las mujeres lo atravesaron bien, ¿por qué yo no?”.

Belén: — ¿Cómo sentiste ese bajón? ¿En qué te cambió?

Agustina: — El bajón anímico tiene que ver con lo hormonal. Creo que tenía que ver con eso, pero había cierta depresión a no saber, a esto de no poder controlar más nada, a no controlar cómo me sentía porque antes me dolía un poco la cabeza y tomaba algo y se me pasada, acá no. La falta de control sobre mi cuerpo, no podés ser más rigurosa porque el cuerpo además empieza a pedirte comida a deshora. Lo único que te hace sentir bien en un momento es solo comer. Después se acomoda, es al principio. Pero claro yo pensaba que iban a ser nueve meses así y dije: “Wow”. Yo soy muy disciplinada, muy mental, muy tierra y dije: “No, pará. Tengo que aflojar”. Y ahí cuando aflojé todo empezó a fluir mucho mejor y empecé a estar más contenta. Le bajé el precio a lo estético.

Belén: — ¿Hacés terapia?

Agustina: — No, no (risas). En un momento dije: “Che, por ahí es buen momento, una ocasión para empezar el psicólogo”. Pero empezar todo ahora era como mucha información. Hice un montón de veces terapia, lo que pasa es que me he dado de alta sola. Tengo un tema yo. Empiezo las cosas y me aburro con ese tipo de cuestiones. No en lo laboral que soy bastante metódica.

Belén: — Estás en pareja hace 17 años y a los 38 años decidiste ser mamá, ¿por qué ahora?

Agustina: — Es muy curioso lo que pasó, bastante natural sucedió, porque yo me casé chica, tenía 26 años y la verdad que ni se me cruzaba por la cabeza en ese momento ser madre. Yo me casé, pero desde el lugar de mucha inconciencia también, obvio eligiéndolo a Lautaro todos los días de mi vida y fue algo hermoso, pero los dos tuvimos claro desde el principio que no queríamos ser padres ya y el tiempo te va pasado. Es verdad que yo prioricé mi carrera, la verdad que la carrera nuestra tiene situaciones que no va de la mano con la maternidad. Esa es una realidad, digo mucho viaje, muchos horarios raros, mucho madrugón, yo pasé muchos años haciendo radio y televisión también temprano a la mañana, que la verdad es que la otra cara de ser madre porque tu cuerpo necesita estar en otro estado para poder quedar embarazada. No era compatible y yo lo sabía. Yo sabía que era por un momento de mi vida, era una etapa y tenía muy claro, como soy también tan organizada, que una vez que yo haga el clic, iba a dar paso a otra etapa y así fue. Fue toda una decisión.

Belén: — ¿Cuál fue ese clic?

Agustina: — Un día me acuerdo que estábamos de vacaciones con Lauta, después de tantos viajes porque la verdad que hemos viajado un montón, hemos compartido un montón, la verdad que el tiempo solos lo aprovechamos demasiado. Me di cuenta eso, dije: “Che, acá falto algo”. Me acuerdo que estaba tomando sol y observé la situación, soy muy observadora, y dije: “Acá nos falta algo”. Y ahí dije me parece que es ahora. Ya está.

Belén: — Con respecto al padre, ¿sentía también que este era el tiempo o te lo dijo antes?

Agustina: — Jamás me presionó. Me parece que si Lautaro sí me hubiese insistido un poco más en algún momento, yo hubiera dicho: “Ah, bueno, pará. Hay un otro que me está pidiendo…”. Entonces, yo en ese caso observo mejor. Acá la verdad es que Lautaro me esperó más a mí y eso yo lo super agradezco porque pude hacer un montón de cosas en mi carrera gracias a que Lautaro no me metió presiones. Entonces, yo me desarrollé bien, cumplí un montón de sueños, me puse metas y las llegué a cumplir también, entonces en ese sentido agradecí. El año pasado fue increíble porque lo que la mente cree lo crea y al revés lo que crees lo creas, estaba soplando las velitas de cumpleaños. Estaban mis papás, mis hermanos, Lautaro y yo; y dije este es el último año que soplo las velitas sin hijo; y a las dos semanas quedé embarazada. Fue así. Increíble.

Verano 2024 - Punta del Este - Agustina Casanova embarazada
Agustina: “Pude hacer un montón de cosas en mi carrera gracias a que Lautaro no me metió presiones”. (RS Fotos)

Belén: — ¿Sentiste alguna vez la presión social? Viste que siempre aparece alguien que te dice: “Te completas el día que sos mamá”.

Agustina: — Sí, la re sentí. Pero me abstraigo bastante, es parte de mi personalidad. De todo eso no me llega nada, pero es cierto que te preguntan: “¿Y para cuándo ustedes?”. Yo creo igual que nuestro entorno se cansó de preguntarlo y ya no lo preguntaban porque también existe esto del respeto de que “por ahí buscan y no pueden”. La verdad tuve la suerte, porque así como lo decidí y supe que quería ser madre, sabía que no quería estar uno o dos años buscando, la verdad que agradezco un montón que sucedió cuando quise y cuando tenía que ser.

Belén: — ¿A dónde te lleva esta frase? Nadie puede hacerme daño sin mi permiso.

Agustina: — Wow. Me identifica mucho. Es una frase que habla de mí. Yo tengo una capacidad increíble de abstraerme, quizás desde chiquita la tengo, de que no me entre una bala. Vos podés hablarme, decirme, criticarme, hoy los comentarios negativos y las críticas están por todos lados, los que hablan mal de vos, lo que envidian, los que hablan sin saber además. Entonces, yo no leo nada, no escucho nada, no me importa. Yo sigo mi carrera, sigo mi camino y me miro a mi y trato de ser mejor conmigo misma. No me comparo con el resto.

Belén: — En estos 38 años, ¿qué mensaje o enseñanza tuviste que querés compartir con el resto?

Agustina: — Confiar en uno y estar seguro de uno porque las inseguridades te llevan a lugares oscuros y feos; y yo soy super tranquila en eso; y sobre todo los valores me han llevado hasta este lugar. Mis valores me representan un montón y son los que me guían, siempre, en el camino como para hacer la mía y saber que estoy en lo correcto. Yo creo que es hermoso y es una decisión genial ser madre. Una de las cosas que pensé antes de tomar la decisión es jamás me voy a arrepentir de tener un hijo, quizás sí me arrepienta de no haberlo tenido.

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