La ONG Amnistía Internacional (AI) ha exigido este viernes el cese “inmediato” de la política de “represión” del Gobierno venezolano con los más de mil detenidos durante las protestas de los últimos días contra la victoria del presidente, Nicolás Maduro, en las elecciones presidenciales celebradas el pasado domingo.
“La política de represión del Gobierno, que incluye detenciones, torturas y asesinatos, debe cesar de inmediato. Le exigimos que proteja la vida e integridad de cada persona detenida y garantice el cumplimiento de las garantías de debido proceso a todas ellas, incluido el acceso a familiares y su representación legal de confianza”, reza una carta dirigida a la Fiscalía de Venezuela.
En la misiva, publicada por AI en su cuenta de la red social X, la organización ha manifestado su “grave preocupación” por la “alarmante” situación de las personas detenidas “arbitrariamente” durante las manifestaciones.
En particular, ha denunciado que estas están siendo “incomunicadas, sin asistencia legal y trasladadas a prisiones de máxima seguridad, expuestas a altos riesgos de malos tratos y tortura”. Además, según recogen ONG locales, al menos 700 de los 1.062 detenidos están siendo acusados de “terrorismo, incitación al odio y otros delitos discrecionales”.
AI ha pedido al fiscal general venezolano, Tarek William Saab, una “respuesta urgente” ante esta situación, defendiendo que se trata de una exigencia del Derecho Internacional y las normas venezolanas.
La ONG ha denunciado además que la crisis actual en Venezuela es consecuencia de “un patrón de graves violaciones de Derechos Humanos, incluidos crímenes de lesa humanidad” y su “impunidad imperante”.
En este contexto, este viernes ha sido detenido el periodista y dirigente de Voluntad Popular, Roland Carreño, que se suma a la del coordinador político de la formación, Freddy Superlano, de este martes. Desde la Plataforma Unitaria han exigido conocer su paradero y su liberación “lo más pronto posible”, mientras han acusado a Nicolás Maduro de librar una “grave ola de persecución y amedrentamiento (…) contra dirigentes de las fuerzas democráticas en todo el país”.
Venezuela celebró el domingo unas elecciones en las que, según el oficialismo, el presidente Maduro se impuso con algo más del 51 por ciento de los votos, pese a que no hay resultados oficiales públicos. Gran parte de la comunidad internacional ha mostrado dudas sobre la legalidad de los resultados y la oposición reclama la victoria de su candidato, Edmundo González.