(Bloomberg) — La medida sorpresiva de la OPEP+ de reducir su producción de petróleo en 1 millón de barriles por día está a punto de elevar los precios del combustible en Estados Unidos, justo cuando se espera que el presidente, Joe Biden, lance su campaña de reelección. Biden en tanto, tiene un rango limitado de opciones con las que responder.
1: Utilizar la reserva estratégica
Biden puede optar por otra liberación de la reserva estratégica de petróleo del país. La reserva de emergencia se creó en la década de 1970 después del embargo petrolero árabe. Actualmente tiene alrededor de 371 millones de barriles, según datos del Departamento de Energía, cerca de la mitad de su capacidad, debido en gran parte a una liberación histórica de 180 millones de barriles realizada el año pasado para controlar el aumento de los precios de la gasolina a raíz de la guerra en Ucrania.
El Gobierno ha hecho que la recarga de la reserva estratégica sea una prioridad, pero se ha visto obstaculizada por factores que incluyen el mantenimiento de dos de los cuatro sitios de almacenaje. La secretaria de Energía, Jennifer Granholm, ha dicho que el Gobierno no puede liberar petróleo de los depósitos y rellenarlo al mismo tiempo, por lo que una venta de emergencia probablemente retrasaría aún más los planes de reabastecimiento.
Aun así, no hay nada que detenga otra venta, dijo Kevin Book, director gerente de ClearView Energy Partners, firma consultora de Washington. “El presidente Biden se ha hecho cargo de los precios de la gasolina de una manera que otros presidentes antes que él no lo habían hecho”, dijo Book. “Si continúa con eso, crea la posibilidad de más intervenciones”.
2: Presiones a los productores estadounidenses
No se sorprenda si hay más ataques políticos hacia el sector energético de EE.UU., que ha ignorado las repetidas súplicas de Biden durante el último año para que acelere los aumentos de producción y que recibió recriminaciones por obtener ganancias récord. A pesar de toda la retórica, la producción nacional de petróleo continúa creciendo lentamente dado que la industria está renuente a aumentar la perforación y arriesgarse a que se repitan los ciclos anteriores de auge y caída.
El Departamento de Energía remitió una solicitud de comentarios al Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. “Seguiremos trabajando con todos los productores y consumidores para garantizar que los mercados energéticos respalden el crecimiento económico y los precios más bajos para los consumidores estadounidenses”, dijo un portavoz del consejo. “Nos enfocamos en los precios para los consumidores estadounidenses, no en los barriles, y los precios han bajado significativamente desde el año pasado”.
3: Aplicar ley ‘NOPEC’
La Casa Blanca insinuó el año pasado, en respuesta a la decisión inesperada de la OPEP+ de reducir la producción en 2 millones de barriles por día, que podría volver a recurrir a la legislación que permitiría a EE.UU. tomar la drástica medida de demandar a las naciones de la OPEP. En última instancia, el Gobierno se retractó de apoyar el proyecto de ley “NOPEC”, en medio de advertencias sobre los efectos que podría tener en las relaciones diplomáticas y la industria de la defensa.
4: Restricciones a la exportación
Otra herramienta que la Administración Biden tiene a su disposición incluye limitar la exportación de gasolina y diésel. La Casa Blanca consideró esa opción el año pasado como un medio potencial para controlar los precios para el consumidor final, que alcanzaron un máximo histórico en junio, pero nunca llegó a ejecutarla. Los analistas dijeron que seguir adelante con las restricciones podría ser contraproducente y conducir a precios más altos en algunas partes de EE.UU.
Exigir a las compañías petroleras que almacenen más combustible dentro de EE.UU., requisitos obligatorios de almacenamiento que fueron considerados el año pasado en respuesta a los bajos inventarios de combustible, es una opción que también podría volver a ponerse sobre la mesa si los precios de la gasolina siguen siendo altos, dijo Bob McNally, presidente de la consultora Rapidan Energy Group y exfuncionario de la Casa Blanca.
5: No hacer nada
No hacer nada también es una gran opción, dijo David Goldwyn, enviado de energía bajo el Gobierno del expresidente Barack Obama y ahora presidente de la consultora Goldwyn Global Strategies.
“Esto parece un recorte de la OPEP basado en el mercado, que no requiere una respuesta del Gobierno”, dijo Goldwyn. “La OPEP prevé un lento crecimiento de la demanda. La venta ordenada por el Congreso de este año no ha llegado al mercado y la acción de la OPEP probablemente esté diseñada en parte para contrarrestar eso”.
Nota Original:Biden Has Limited Options to Respond to OPEC+’s Oil Cut (1)
–Con la colaboración de Jordan Fabian.
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