El presidente Javier Milei recibió esta tarde a su par de El Salvador, Nayib Bukele, quien desde el jueves está en la Argentina en visita oficial. En junio de este año se habían visto cuando el líder libertario asistió a la ceremonia de asunción del político centroamericano al ser reelecto. Por la noche habrá una recepción en la Quinta de Olivos.
El mandatario extranjero fue recibido con alfombra roja por Milei, mientras lo escoltaba por la banda militar del Regimiento de Granaderos quienes le hicieron un pasillo de honor y luego le presentó a los ministros.
El encuentro se demoró más de lo previsto ya que Bukele arribó a la Rosada a las 15.22 rodeado de un gran operativo de seguridad. Un pequeño grupo de sus compatriotas, unas 15 personas, lo esperaban en la zona de la explanada con una bandera de su país.
Milei y Bukele se dirigieron luego al Salón Blanco donde posaron para los fotógrafos oficiales para un saludo protocolar y se dirigieron al despacho presidencial para mantener una reunión a solas. En tanto, los ministros del Gabinete nacional con varios de sus pares salvadoreños departían en el Salón Sur, ubicado en una zona contigua al Blanco.
“Tengo la mejor impresión del mundo sobre Milei, me encanta lo que hace, somos amigos y vamos a lograr buenas cosas para ambos países”, le dijo Bukele, en sus primeras palabras oficiales en tierra argentina a un grupo de periodistas luego del acto que protagonizó con la canciller Diana Mondino, tras depositar una ofrenda floral en el Monumento a San Martín en el barrio de Retiro a unos pocos metros de la sede de la Cancillería argentina.
Bukele, desde su llegada, mantuvo una agenda privada de la que se conocieron pocos detalles. En un principio se había informado que este viaje iba a ser muy acotado; sin embargo, su estadía se prolongó por varios días. Mañana estará en el Congreso de la Nación y por la noche partirá de regreso.
No está previsto que haya conferencia de prensa o declaración conjunta tras el encuentro de los dos mandatarios. Un rato antes del encuentro de hoy, el vocero presidencial, Manuel Adorni, difundió en su canal de Whatsapp que “sus equipos técnicos intercambian experiencias y conocimientos con la ministra Bullrich, quien en sólo 9 meses de gestión logró bajar la tasa de homicidios 10,6% a nivel nacional y un 60% en Rosario”. Por la mañana Bullrich había compartido una actividad con su par salvadoreño Gustavo Villatoro.
Los dos mandatarios coincidieron hace unos pocos días en la Asamblea General de las Naciones Unidas donde volvieron a evidenciar su buena sintonía, con la coincidencia en temas puntuales como el rechazo al rol de ese organismo internacional y los cuestionamientos al denominado Pacto del Futuro.
“Hemos visto cómo una organización que nació para defender los derechos del hombre, ha sido una de las principales propulsoras de la violación sistemática de la libertad, como por ejemplo con las cuarentenas a nivel global durante el año 2020, que deberían ser consideradas delitos de lesa humanidad″, planteó el libertario. Asimismo, aseguró que “la Agenda 2030, aunque bienintencionada en sus metas, no es otra cosa que un programa de gobierno supranacional que atenta contra la soberanía de los Estados-nación y violenta el derecho a la vida, la libertad y la propiedad de las personas”.
Por su parte, el salvadoreño opinó que “el mundo se ha vuelto dividido, deprimido, preocupado, hostil y sin esperanza”, y consideró que se encuentra “ante una nueva era oscura de la humanidad” y que “las nuevas amenazas de guerra continúan”. “Hoy, el mundo está mirando el ejemplo de El Salvador y se pregunta ‘¿cómo un país puede levantarse tan rápido?’, pero tal vez deberían hacerse una pregunta diferente, ‘¿cómo el resto del mundo se está cayendo tan rápido?’”, expresó.
El 1° de junio Milei, tras visitar Sillicom Valley en Estados Unidos, había estado en la ceremonia de reelección de Bukele. Aquella vez se se saludaron con un abrazo y conversaron durante varios minutos, en una reunión de la que también formaron parte la hermana del Presidente y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el embajador argentino en El Salvador, Sergio Luis Iaciuk.
Unos días más tarde, durante ese mismo mes, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, fue hasta la capital salvadoreña junto a una delegación propia para reunirse con Bukele e interiorizarse sobre las diferentes políticas de seguridad implementadas allí en especial contra las bandas armadas de delincuentes que lideran “las maras”.
Bullrich recorrió el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), la cárcel más grande de América, en la que los delincuentes allí alojados son sometidos a un estricto régimen de prisión que algunas entidades ligadas a los derechos humanos cuestionan ante organismos internacionales por supuestos excesos y abusos.
“Desde que Bukele está como presidente, todo ha cambiado de una manera impresionante. De ser uno de los países más inseguros del mundo a ser uno de los más seguros. Eso se logra con cambios legislativos y llevar a las fuerzas de seguridad y a las fuerzas armadas al lugar en el que tienen que estar, y con voluntad política. Felicitaciones Bukele por haberle devuelto la paz a las familias salvadoreñas”, elogió la funcionaria después de esa visita.