Francisco Miraval
Denver (Colorado, EE.UU.), 16 jun (EFE).- Los estados de Colorado y California enfrentan la rápida contracción del mercado de la marihuana y su consecuente pérdida de millones de dólares en ingresos impositivos, una situación que puede repetirse en decenas de estados de EE.UU. que han seguido sus pasos de legalizar su consumo tanto para fines curativos como recreativos.
“Las ventas de marihuana en los estados pioneros de marihuana recreativa legal, como Colorado en 2014, ahora se ven afectadas porque ya son 24 los estados que permiten el uso marihuana recreativa entre adultos y son 38 estados en total con marihuana medicinal legal”, dijo a EFE Jerry Joiner, experto nacional de la industria del cannabis.
En este estado las ventas de marihuana (tanto recreativa como medicinal) cayeron de 2.200 millones de dólares en 2020 a 1.500 millones de dólares en 2023, casi un 23 %, provocando cierre de dispensarios y despido de empleados, según datos de este año de la División de Control de Marihuana, dependiente del Departamento Impuestos de Colorado.
Para las arcas de Colorado, eso significó pasar de una recaudación de 366 millones en 2020 por el impuesto a la marihuana a 282 millones en 2023, 30 % menos.
La situación se repite en California, donde, según datos oficiales del condado Santa Bárbara (uno de los mayores productores de marihuana en ese estado), por tercer año consecutivo se redujo la recaudación impositiva, que ahora es un 24 % menor que en 2020.
Las autoridades anticipan que este año en California la recaudación del impuesto a la venta de marihuana sólo alcanzará para cubrir los costos administrativos de control de esa industria, sin que quede un excedente para otros proyectos, como reparación de calles o subsidios educativos.
“El problema es el aumento en la disponibilidad de productos”, dijo Joiner.
Un estudio difundido a principios de este año por la Universidad de Colorado (CU) en Boulder ya había detectado y anticipado ese problema. Por ejemplo, el precio del gramo de marihuana se redujo de 4,83 dólares en 2021 a 3,43 dólares en 2023. Y desde el fin de la pandemia cada año se renuevan un 10 % menos de licencias para dispensarios.
En estados como Colorado y California continuará la tendencia de disminución de ventas. Pero en otros estados, como Michigan, seguirán recaudando miles de millones de dólares en impuestos. En el caso de Michigan, en 2023 el estado recibió 3.000 millones de dólares del impuesto a la venta de la marihuana, según Joiner.
“Son 3.000 millones más que Michigan no tenía en 2019, cuando legalizó la marihuana”, puntualizó Joiner.
Para este experto, el problema en Colorado fue la emisión simultánea de grandes cantidades de licencias para dispensarios en los primeros años de la nueva industria, de modo que, cuando nuevos mercados surgieron en estados cercanos, muchos de esos dispensarios debieron cerrar por falta de clientes o de inversionistas.
Otro elemento es la falta de diversidad en el mercado de la marihuana legal. Según datos del Concilio Nacional Hispano de Cannabis (NHCC), más del 80 % de las licencias para dispensarios emitidas en Estados Unidos son para blancos, con sólo el 5,7 % para latinos.
En Colorado, donde los hispanos representan el 22 % del total de la población, sólo el 7 % de licencias son para esta comunidad. Y en California, con un 40 % de hispanos, esa cifra se reduce al 3,2 %.
“El número dispar de licencias otorgadas a empresarios hispanos revela los obstáculos para el éxito de los hispanos en la industria del cannabis”, según un reporte de NHCC publicado en 2021.
Pero la principal razón del declive en la industria de la marihuana, dijo Joiner, es “el atolladero de reglas, regulaciones e impuestos sobre la marihuana legal”.
Subrayó que esto “ha permitido que el ‘mercado heredado’ (mercado negro) siga floreciendo y que personas inescrupulosas continúen poniendo productos inseguros en manos de los consumidores”.
Aun así, la situación actual de la industria de la marihuana legal ofrece oportunidades, especialmente en emprendimientos de “negocios secundarios”, como servicios a turistas, clases de cocina que incluyan marihuana, seminarios sobre cultivos, y educación y capacitación en general, según Joiner.
A la vez, la industria completa podría cambiar si el gobierno federal legaliza la marihuana y, al hacerlo, permite que los dispensarios accedan a servicios bancarios tradicionales.
“Anticipo algún tipo de legalización en algún momento y creo que la industria estará bancarizada en el futuro. Creo que algunas de estas cuestiones fiscales se resolverán. Y si la marihuana se convierte en una industria nacional, podríamos ver comercio interestatal ya que en este momento es ilegal transportar marihuana a través de fronteras estatales”, expresó en comunicado Brian Lewandowski, de CU-Boulder. EFE
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