Carlos Alcaraz ha puesto rumbo a Palma de Mallorca para disfrutar de unas merecidas vacaciones tras ganar la medalla de plata en las Olimpiadas de París después de sucumbir en la final contra Novak Djokovic. Soltero y sin compromiso -por lo menos que sepamos- el tenista ha elegido las espectaculares aguas del Mediterráneo para recargar pilas a bordo de un impresionante yate en compañía de su hermano Álvaro y de algunos de sus mejores amigos.
Una jornada en alta mar en la que Alcaraz nos ha dejado sin respiración con su espectcular anatomía, presumiendo de abdominales y unos bíceps torneados que le aupan directamente al número 1 en el ranking de cuerpos del verano.
Demostrando que no hay deporte que se le resista, el del Palmar ha cambiado la raqueta por la pala de paddle surf para surcar el Mediterráneo sentado en su tabla antes de regresar a la embarcanción, donde tras darse una ducha y compartir risas y confidencias con su pandilla, se mostró de lo más pendiente de su teléfono.