Colombia es un país lleno de maravillas naturales, rica historia y una cultura vibrante. Además, es una de las naciones más biodiversas del mundo, gracias a su variada geografía, que abarca la Amazonía, los Andes, la Orinoquía, el mar Pacífico y el Caribe. Este mosaico de ecosistemas alberga una rica variedad de flora y fauna, incluyendo miles de especies endémicas.
Sin embargo, muchos de sus tesoros aún no han sido descubiertos por el turismo masivo. Estos destinos menos conocidos ofrecen experiencias únicas y auténticas que merecen ser exploradas.
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Engativá y la Laguna de Guatavita
Comencemos con un barrio en Bogotá que combina lo moderno y lo tradicional. A diferencia de las áreas turísticas más populares, el sector de Engativá, en el occidente de la ciudad, ofrece una visión genuina de la vida cotidiana en la capital colombiana. Aquí, los visitantes pueden disfrutar de mercados locales, parques tranquilos y una vibrante escena cultural.
No muy lejos de Bogotá se encuentra la laguna de Guatavita, un lugar de gran significado histórico y cultural, conocido por la leyenda de El Dorado. Esta reserva de agua, en la cual se dice que los muiscas realizaban rituales sagrados arrojando oro a sus aguas, a pesar de estar cerca de Bogotá, sigue siendo un destino que muchos turistas pasan por alto.
La Macarena y Caño Cristales
En el departamento del Meta, se encuentra el Parque Nacional Natural Sierra de La Macarena, hogar de uno de los ríos más hermosos del mundo, Caño Cristales. Conocido como el “río de los siete colores”, es un lugar que ofrece un espectáculo natural impresionante gracias a la tonalidad de sus aguas, que varía entre el rojo, el amarillo, el verde, el azul y el negro, debido a una planta acuática llamada Macarenia clavigera.
La Macarena, en sí misma, es una pequeña región rodeada de belleza natural y biodiversidad única. A pesar de su espectacularidad, el acceso limitado y la falta de infraestructura turística masiva han mantenido a este hermoso lugar fuera del radar de muchos viajeros.
Mompox: el tiempo se detuvo
Situada a orillas del río Magdalena, Santa Cruz de Mompox es una joya colonial que parece congelada en el tiempo. Este pueblo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, fue un importante puerto durante la colonia española. Actualmente, sus calles adoquinadas, iglesias históricas y casas coloniales brindan una experiencia de viaje en el tiempo.
Mompox no es un lugar de fácil acceso, lo que puede ser una razón por la que sigue siendo uno de los secretos mejor guardados de Colombia. Sin embargo, los que se aventuran a llegar hasta aquí son recompensados con una autenticidad que es difícil de encontrar en otros destinos más turísticos.
Nuquí y la Costa del Pacífico
Para aquellos viajeros que buscan una aventura fuera de los caminos comunes, Nuquí, en la costa del Pacífico colombiano, en el departamento de Chocó, es un verdadero paraíso. Con sus playas vírgenes, selvas exuberantes y una rica vida marina, este destino es ideal para los amantes de la naturaleza y los deportes acuáticos. Desde avistamiento de ballenas hasta buceo en arrecifes de coral, las posibilidades aquí son infinitas.
La región del Pacífico, en general, es menos desarrollada turísticamente en comparación con la costa caribeña de Colombia, lo que le da un encanto especial y una sensación de descubrimiento.
Guainía: La esquina amazónica
Para una experiencia verdaderamente remota y exótica, el departamento del Guainía, en la Amazonía colombiana, es una opción fascinante. Esta área es conocida por sus paisajes surrealistas, incluyendo los cerros de Mavecure, formaciones rocosas que emergen dramáticamente del paisaje selvático.
Guainía es accesible principalmente por vía aérea, y su infraestructura turística es limitada, lo que contribuye a su mística y a mantenerlo fuera del radar de la mayoría de los turistas.
¿Por qué no son destinos tan conocidos?
Existen varias razones por las cuales estos destinos aún no han sido descubiertos por el turismo de masas:
- Accesibilidad: muchos de estos lugares son de difícil acceso, requiriendo viajes en avión, bote o largos trayectos en carretera, lo que puede desalentar a los turistas menos aventureros.
- Infraestructura: la falta de infraestructura turística desarrollada, como hoteles, restaurantes y transporte, hace que sean menos atractivos para el turismo convencional.
- Promoción: a menudo, estos destinos no reciben la misma promoción y atención de las agencias de turismo y medios de comunicación que los lugares más conocidos.
- Preservación: en algunos casos, la limitada afluencia de turistas es una decisión deliberada para proteger el medio ambiente y las culturas locales de los impactos negativos del turismo masivo.