José Alberto Mana, el fiscal de Córdoba que investiga el crimen de Catalina Gutiérrez, resolvió cambiar esta mañana la imputación contra Néstor Aguilar Soto por la de homicidio agravado por alevosía y por mediar violencia de género, es decir, femicidio. La nueva figura penal que enfrenta el único detenido de la causa, en secreto de sumario, lo coloca ante a un posible condena a prisión perpetua, indicaron fuentes del caso a Infobae.
Además, Mana recibió a los padres de la víctima Eleonora y Marcelo Gutiérrez, junto a sus abogados, el viceintendente Javier Pretto y Santiago Capdevila.
Por otro lado, el abogado de Soto habló con la prensa y aseguró que su defendido está “en shock y muy arrepentido”. “Hemos hablado y tomado contacto por aproximadamente dos horas durante esta mañana (por el lunes), donde efectivamente nos ha ratificado al doctor Esteban Trucco y a mí como sus abogados defensores”, afirmó Gastón Schoenfeld en diálogo con Cadena 3.
El penalista prefirió mantener reserva sobre la presunta confesión que impulsó la detención. “Poco puedo decir con relación a lo que él nos manifestó por reserva profesional”, manifestó. Al mismo tiempo, indicó que espera conocer la fecha en la que declarará su defendido. “Esperamos que en los próximos días nos diga cuándo va a declarar. Puede que el martes o miércoles nos diga cuándo lo hará, no quiere decir que sea esos días”, dijo.
“Si Soto declara o no, depende del hecho que describa la Fiscalía. En virtud de eso y la prueba que podamos ver, a partir de ese momento, el Consejo Técnico se lo daremos en virtud de lo que ya hemos hablado con Néstor”, añadió.
El cuerpo de la estudiante de 21 años de Arquitectura fue encontrado durante la madrugada del jueves en un Renault Clío, que estaba estacionado en descampado de la capital cordobesa, tenía signos de haber sido brutalmente golpeada y algunas quemaduras, que surgieron como consecuencia de que el agresor intentó incendiar el vehículo. La autopsia confirmó luego que la causa de la muerte fue asfixia por estrangulamiento.
Hasta el momento, hay un solo acusado por el homicidio: Soto, amigo de Catalina de la facultad, que confesó haber cometido el crimen y alegó: “Era el amor de mi vida”.
Oriundo de Bariloche, Río Negro, Soto tiene la misma edad que su víctima, con quien cursaba en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Tras haber admitido la autoría del hecho, se encuentra alojado en el penal de Bouwer.
“Que pague con la pena máxima”, declaró Marcelo Gutiérrez, papá de Catalina. En declaraciones a El Doce, el reconocido arquitecto exigió “la justicia que le corresponde por la barbaridad que hizo”. En padre de la víctima reveló en distintas entrevistas que Soto había visitado su casa en ocasiones, que compartía tiempo con su hija y que incluso se presentó en la comisaría para apoyarlos en medio de la conmoción por el hecho -previo a confesar-. Allí abrazó a la madre de la estudiante a modo de consuelo. “Es macabro, solo una mente demencial pudo haber hecho esto”, agregó Gutiérrez.
De acuerdo a la reconstrucción del caso en la que trabajan los investigadores, Soto recibió a Catalina en su domicilio de barrio Jardín, la golpeó, la estrangulo, la subió en el vehículo de la madre de la víctima para abandonarla en Ampliación Kennedy donde intentó prenderlo fuego. Luego regresó a su casa para lavar la ropa para después encontrarse con el grupo de amigos de la facultad con los que fingió preocupación por la ausencia de la joven.
Al presentarse ante la Unidad Judicial de Córdoba para brindar su testimonio como un allegado de la joven, sus declaraciones tuvieron varias inconsistencias. De un momento a otro, el estudiante de arquitectura terminó por confesar lo que había hecho y quedó detenido.
Durante el fin de semana los investigadores realizaron más peritajes en la escena del crimen, se focalizaron en recopilar testimonios y analizar los celulares de los involucrados.