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La cultura del ser humano ha evolucionado a lo largo de nuestra historia, y con ella sus tradiciones. El enfrentamiento entre el hombre y el animal es una de ellas y data de la prehistoria. En países como Francia, se pueden encontrar pinturas en cuevas que ya mostraban dichos enfrentamientos en el 15.000 a.C, aunque hay que entender que no se trata de la misma práctica que se celebra a día de hoy en nuestro país.
Hay que avanzar al siglo XVII d.C para entender la tauromaquia actual en España, enfocada a un espectáculo que para algunos está englobado en el propio arte, pero para otros está fundamentado puramente en el maltrato animal, ya que el toro parte con una clara desventaja en el duelo.
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En este sentido, los toros han perdido de manera notable su popularidad, ya que esta segunda corriente ha ganado peso en el pensamiento colectivo, más preocupada por el bienestar animal que en el pasado. El informe estadístico de Asuntos Taurinos publicado por el Ministerio de Cultura refleja que la asistencia a estos festejos ha pasado del 6,8% en 2006 a apenas el 1,8% entre 2021 y 2022.
Este ha sido uno de los motivos que ha llevado al Ministerio de Cultura a suprimir el Premio Nacional de Tauromaquia, dotado económicamente en 10.000 euros. La cartera que lidera el ministro de Sumar, Ernest Urtasun, entiende que esta práctica ya no responde a los intereses de la población y causa sufrimiento animal. Además de suprimir el galardón, el Ejecutivo central quiere ir más allá y pretende eliminar la financiación pública a la tauromaquia.
Esta decisión ha levantado voces críticas de algunas comunidades autónomas, la mayoría lideradas por el PP y Vox, pero también en la gestionada por el barón socialista Emiliano García-Page, Castilla La-Mancha, que ya ha propuesto celebrar sus propios premios.
Una profesión sin hueco para la mujer
Según el informe de Cultura, en 2018 estaban inscritos 9.723 profesionales en el Registro General de Profesionales Taurinos. 5.497 tenían el carnet vigente en algún momento de de ese año, cifra que supone el 56,5% del total de inscritos. De ellos, solamente 123 eran mujeres, lo que se traduce en el 2,2% de los profesiones en activo. Si lo llevamos al total de mujeres inscritas, apenas alcanzan las 240 profesionales.
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En 2022 se celebraron 1.546 festejos taurinos, incluidas las corridas de toros, corridas de rejoneo, novilladas con y sin picadores, corridas mixtas con rejones, becerradas, festejos mixtos, festivales y toreo cómico. El 14 de febrero de 2023, se produjo la última actualización del convenio colectivo de la tauromaquia, por el que se subió un 3% el salario respecto al convenio firmado un año antes. En este sentido, el BOE establece distintas categorías, aunque el sueldo variará en función del reconocimiento y el prestigio del profesional.
Clasificación y sueldo por festejos
La clasificación de los matadores de toros se estructura en tres categorías distintas, según el número de actuaciones que hayan logrado en el último año. Los toreros que han participado en al menos 37 corridas en países como España, Francia y Portugal formarán parte del grupo A.
Por otro lado, aquellos toreros que hayan contabilizado entre 13 y 36 corridas se encuadrarán en el grupo B, mientras que el grupo C acogerá a los demás profesionales del toreo que no alcancen ese mínimo de actuaciones.
Las tablas salariales para toreros del grupo A en 2024 revelan diferencias significativas en la remuneración, dependiendo de la categoría de la plaza de toros en la que actúan. Un torero de este grupo puede ganar 18.832 euros como honorarios por participar en eventos con seis toros, mientras que su cuadrilla recibe 28.933 euros y los gastos generales asociados ascienden a 17.259 euros.
Además, en plazas de toros de cuarta categoría, un torero del mismo grupo -Grupo A- percibe una cantidad distinta: 8.053 euros para cubrir gastos generales, y su cuadrilla obtiene 24.549 euros, con gastos generales que totalizan 16.416 euros.
