“Hay una presión social en Argentina que cuando uno emigra se da cuenta. Cuando se acerca el momento de llegar a Buenos Aires ya te empezás a estresar. Te ves fea, gorda. Es horrible decirlo pero siento que la sociedad argentina es mucho más tóxica que otras sociedades”, se desahogó Milagros Pirán (26) en un Tik Tok que se hizo viral.
“Me pasa que en México me siento una diosa. Me pongo cualquier cosa y no me importa. Me visto como quiero. Pero cuando se acerca el momento de viajar a Buenos Aires me agarra como ese miedo de no ser lo suficiente para esa sociedad”, admitió la joven argentina que vive en la Ciudad de México desde hace dos años.
Ella asegura que desde que emigró dejó de respetar esos patrones culturales que le exigen a las mujeres una determinada imagen corporal y un tipo de vestimenta a la moda. “Eso afecta y genera ansiedad. Es muy flashero volver. Siento que no estoy lista para Argentina mientras que acá siempre me siento lista”, remarcó al comparar ambos países y provocar una catarata de mensajes de chicas que pensaban igual.
Milagros es Health Coach en Nutrición Holística (certificada por Institute for Integrative Nutrition de New York), Licenciada en Ciencias de la Educación (egresada de la Universidad de San Andrés), influencer y fanática de la vida saludable. Tras haber superado un trastorno alimentario, se propuso transmitir mensajes positivos de amor propio, moda y estilo de vida desde sus redes sociales. Entre Instagram y Tik Tok ya supera los 100 mil seguidores.
Ella considera que el constante bombardeo de imágenes de alto contenido estético roza la discriminación. Pareciera que la elección de la ropa, el color del pelo, la forma de los labios o el tamaño de los pechos empiezan a delinear en el imaginario colectivo un formato de altísima exigencia para lograr un estándar de belleza peligroso. Y eso es justamente donde pone el foco Milagros.
“Creé un espacio para hablar de situaciones que realmente salen de muy adentro mío”, admitió Milagros, quien arrancó con un video donde brindó su testimonio tras padecer bulimia y anorexia entre los 16 y 21 años. En aquel momento lo hizo a pedido de su psiquiatra para concientizar a otras jóvenes que padecen esos mismos trastornos.
Su historia de vida fue subida durante la pandemia a la web del World Eating Disorder Association, que compartió los padecimientos de varios jóvenes alrededor del mundo para hacer hincapié en que la recuperación es posible. “Me animé a contarlo a pesar de que había gente de mi entorno muy cercana que no lo sabía. Me impresionó la repercusión que tuvo. Ya pasaron 4 años y hay chicas que me siguen escribiendo para agradecerme lo empática que fui. Busqué motivar a la gente a pedir ayuda y a aceptarse a sí misma”, afirmó.
Para Milagros, la vara estética “está muy alta en Argentina” en comparación de México, a pesar de que las mexicanas son súper coquetas. “Las mexicanas se súper arreglan, se maquillan y están siempre regias. Son unas diosas pero cada una está como en su mundo, sin estar pendiente de las demás. Siento que nadie juzga a nadie, que cada una va en la calle como quiere sin importarle su cuerpo. Sin embargo, eso ocurre en Argentina porque es un país mucho más estético y lo terminamos padeciendo”, ejemplificó.
Aunque el paradigma estético dominante está cambiando y desde las redes sociales distintos activismos derriban los estereotipos y promueven la autoaceptación, muchas mujeres siguen alzando la voz porque advierten que lo que sucede en la realidad dista bastante de las expectativas que muchos colectivos feministas militan.
“Siempre lo digo en mis Tik Tok. Cuando voy al shopping en México veo que hay maniquíes de todos los tamaños y formas. Hay modelos de distintos colores de piel y de distintas alturas. En cambio, en Argentina los maniquíes están estereotipados. Tienen todos el mismo cuerpo y muchas marcas solo ofrecen talles únicos. Aunque una no quiera eso te termina afectando”, enfatizó la joven al lamentar que algo tan dañino esté instalado y naturalizado.
“Al irme de Argentina me di cuenta que estaba contaminada por cosas que creía que no me afectaban. De hecho, me puse ácido hialurónico en los labios y la nariz cuando era algo que no necesitaban. A la distancia, entiendo que actué influenciada por gente que lo hacía. Por eso, repito, la sociedad te termina empujando y te dejás llevar por la moda”, enfatizó la joven al hacer una especie de mea culpa.
Milagros es oriunda de San Isidro pero actualmente está instalada en el barrio de Polanco. Comparte un departamento con su novio, con el que sale desde hace siete años, y se mudó a México para acompañarlo a él en su nuevo trabajo.
A pesar de que cuenta con una residencia temporal que le permite trabajar, tener obra social y cuenta bancaria; ella continúa desempeñándose en el área de marketing de la empresa de logística de su familia y lo hace de manera remota.
La última vez que había visitado Buenos Aires fue en noviembre de 2023. Al principio venía cada dos meses, pero esta vez fueron seis y ya extrañaba mucho. Llegó la semana pasada, tiene planeado quedarse hasta el 27 de mayo y después tomarse unas vacaciones con amigas.
“Los primeros días de junio nos vamos para España. Tenemos otra amiga que está viviendo en Barcelona pero que se vuelve a la Argentina así que vamos a acompañarla para que haga su mudanza. Nos vamos a quedar tres semanas”, contó Milagros.
Mientras disfruta de su estadía junto a sus seres queridos, la joven sigue atenta a sus redes y comparte sus experiencias en Buenos Aires. Para su sorpresa, son muchas las extranjeras que le escriben para desahogarse. “Vivo en España y en las tiendas soy talle M de calza cuando en Argentina soy XXL. Una locura total”, le comentó una usuaria.
La mayoría coincide en que la exposición constante a imágenes y mensajes que promueven un ideal de belleza inalcanzable o poco realista en Argentina es lo que lleva a las chicas a desarrollar una mirada crítica hacia su propio cuerpo; y eso es precisamente lo que Milagros busca combatir fomentando la aceptación y el amor propio.