- Los cazafantasmas
- Karate Kid
- Beetlejuice
- La historia sin fin
Con efectos especiales tradicionales, mundos de fantasía, aventuras algo absurdas y personajes inolvidables, las películas familiares de los ochenta han dejado una huella imborrable en toda una generación. Desde cazadores de fantasmas hasta jóvenes que aprenden valiosas lecciones de vida, estas historias nos enseñaron a enfrentarnos a nuestros miedos, a animarnos a dar saltos y a creer en lo imposible.
En esta selección de Max, repasamos títulos icónicos de aquella década que van desde Los cazafantasmas y Beetlejuice, hasta La historia sin fin.
Los cazafantasmas (Ghostbusters, 1984)
Los cazafantasmas es, probablemente, una de las comedias fantásticas más icónicas de los años ochenta. Dirigida por Ivan Reitman, esta película encabezada por un elenco inolvidable compuesto por Bill Murray, Dan Aykroyd y Harold Ramis, sigue a un grupo de científicos que se convierten en cazadores de fantasmas cuando Nueva York es invadida por espectros.
Su mezcla de humor y aventura sobrenatural, junto con los efectos visuales innovadores para la época, han convertido a Los cazafantasmas en un clásico familiar que sigue entreteniendo a generaciones. El éxito de esta primera película dio a lugar a secuelas, series animadas, cómics y videojuegos. Además, esta cinta introdujo elementos icónicos como el Ecto-1, el logo de Los cazafantasmas (que luego vimos en innumerables artículos de merchandising) y el tema musical de Ray Parker Jr., que aún se mantienen en la memoria colectiva.
Karate Kid (The Karate Kid, 1984)
Otra joya de los 80 presente en el catálogo de Max es Karate Kid. Dirigida por John G. Avildsen, esta película cuenta la historia de Daniel LaRusso (Ralph Macchio), un chico que, tras mudarse a California, se enfrenta al acoso escolar y aprende karate bajo la guía del Sr. Miyagi (Pat Morita).
Karate Kid ha trascendido por su mensaje de superación personal, respeto y disciplina, convirtiéndose en un relato inspirador que, a cuarenta años desde su estreno, continúa sosteniéndose. Al igual que muchos otros títulos presentes en esta lista, su influencia también se extendió a través de secuelas y series derivadas como Cobra Kai. A su vez, también fue objeto de numerosas parodias y homenajes en medios populares. Entre otras curiosidades, la película también ayudó a popularizar el karate en todo el mundo, especialmente entre los jóvenes, creando un boom en las artes marciales en los años ochenta y noventa.
Beetlejuice (1987)
En el catálogo de Max también podemos encontrar a Beetlejuice, uno de los primeros trabajos como director de Tim Burton. Combinando el humor oscuro y elementos sobrenaturales, su trama sigue a un matrimonio recientemente fallecido que, al descubrir que sus espíritus están atrapados en su casa, recurren a un bioexorcista llamado Beetlejuice (Michael Keaton) para deshacerse de los nuevos propietarios.
Este segundo largometraje de Burton fue un éxito comercial y de crítica, recaudando 74,7 millones de dólares con un presupuesto de 15 millones de dólares. También cosechó varios reconocimientos como un Óscar al mejor maquillaje y peluquería, además de tres Premios Saturn. El éxito de Beetlejuice permitió el desarrollo de una serie de televisión animada, videojuegos, un musical escénico y una secuela que llegó a los cines este año.
El estilo visual único de Burton y la actuación extravagante de Keaton son lo que ha convertido a Beetlejuice en un clásico de culto y en una opción ideal para quienes disfrutan de una mezcla de terror ligero y humor absurdo.
La historia sin fin (The Neverending Story, 1984)
Basada en la novela de Michael Ende, La historia sin fin es otra película de fantasía que ha marcado a varias generaciones y también podemos encontrar en el catálogo de Max. Dirigida por Wolfgang Petersen, la historia sigue a Bastian, un niño que descubre un libro mágico que lo transporta al mundo de Fantasía, donde debe salvar el reino de una misteriosa entidad llamada “La Nada”.
La relación entre Bastian y los personajes fantásticos, como Atreyu y Falkor, ha perdurado en la memoria de los espectadores. Con su mezcla de aventura, imaginación y tocando temas más profundos como la valentía y el duelo, La historia sin fin es un viaje épico que sigue emocionando a chicos y grandes.