En la ciudad de Chiclayo, en la Lambayeque, un grupo de alumnos de la Escuela de la Policía Nacional del Perú denunciaron una preocupante situación de corrupción al interior de su institución. Según las acusaciones, un suboficial de la escuela incautaba los teléfonos móviles de los estudiantes durante las clases y, posteriormente, les solicitaba dinero a cambio de devolverlos.
El caso generó indignación entre los estudiantes, quienes decidieron hacer pública su situación al notar que el problema no solo persistía, sino que empeoraba con el tiempo. Esta revelación destapó una presunta red de corrupción que involucra a autoridades de la escuela, y ha puesto en alerta a las instituciones encargadas de velar por la integridad y transparencia en las organizaciones del Estado.
El proceso se puso en marcha cuando un alumno, decidido a poner fin a los abusos, se dirigió directamente a la fiscalía para presentar su denuncia, así lo hizo conocer Exitosa. Esto permitió que las autoridades correspondientes recibiera de primera mano los detalles del caso. Una vez con la información en su poder, el fiscal adjunto provincial, Julio Taboada, contactó a un oficial encargado de la institución para informarle sobre la transferencia de la denuncia a la Policía Anticorrupción.
Acción de la Fiscalía
Ante estas denuncias, el despacho de investigación de la Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lambayeque tomó cartas en el asunto. Las indagaciones preliminares se iniciaron de inmediato, con el propósito de esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades correspondientes.
La colaboración entre la fiscalía y la policía es crucial en estos casos, y busca asegurar que los procesos se lleven a cabo con la mayor transparencia y rigor.
La investigación está en curso y se espera que arroje resultados en los próximos días. Mientras tanto, los alumnos afectados esperan que las autoridades actúen con celeridad y firmeza para devolver la confianza en la institución. La Escuela de la Policía Nacional del Perú en Chiclayo enfrenta ahora un desafío significativo para restaurar su reputación y asegurar que sus valores de integridad y servicio público sean respetados por todos sus miembros.
Exjefe de la Policía de Tránsito en Chiclayo pedía coimas por Yape
Tras la orden de ubicación y captura emitida por la Corte Superior de Justicia de Lambayeque para cumplir con 17 meses de prisión preventiva, el comandante PNP Abraham Arturo Cuadros Rojas se entregó a las autoridades. Esta acción se produjo seis días después de que el Poder Judicial dictara la medida.
De acuerdo con la Fiscalía, Cuadros era el líder de una red criminal conocida como ‘Los Rápidos del Norte’, que extorsionaba diariamente a transportistas formales e informales, cobrando entre 20 y 40 soles a través del aplicativo Yape. Cuadros Rojas, quien previamente se desempeñaba como jefe de la Policía de Tránsito de Chiclayo, deberá cumplir este periodo de detención preventiva. Junto a él, el teniente PNP Luis Miguel Salcedo Usquiano también está implicado en la organización y enfrenta cargos por presunta participación en el delito de cohecho pasivo propio.
La decisión del Poder Judicial se fundamenta en que ambos agentes habrían solicitado sobornos a cambio de omitir sus deberes como oficiales de tránsito, distribuyendo estos beneficios entre el círculo cercano de Cuadros Rojas. La investigación en curso abarca a otros agentes de la PNP, presuntamente involucrados en el esquema de sobornos.
La investigación reveló que el comandante mantenía comunicación regular con otros agentes de Tránsito beneficiados por estos sobornos, demostrando su disposición para incumplir sus funciones. Esta evidencia se sustenta en información obtenida del teléfono móvil incautado en el domicilio del imputado Julio César Vigo Revoredo. Las conversaciones de WhatsApp, registradas entre el 24 de enero de 2023 y el 12 de febrero de 2024, corroboran las acusaciones contra Cuadros Rojas y su red de colaboradores.