El aumento de la inflación y la subida de los precios del alquiler pone cada vez más difícil la independización de los jóvenes. Por ello, muchos de ellos se ven obligados a compartir piso con otras personas como única opción a su economía. Sin embargo, la búsqueda de una habitación en un piso compartido tampoco es una tarea fácil y más cuando detrás de ellos se encuentran personas sin escrúpulos que se aprovechan de la situación.
El programa de Cuatro, Código 10, ha querido indagar en este problema al hacerse eco de la detención un hombre en Barcelona por violar a una mujer a la que ofreció un alquiler a cambio de sexo. Y es que, parece ser que este servicio “a cambio de favores” se está convirtiendo cada vez en algo más común. Y de hecho, el programa ha acabado denunciado las prácticas de otros dos hombres.
Para ello, el equipo de Cuatro comenzó creando un perfil falso en una web de búsqueda de vivienda con una imagen hecha con inteligencia artificial. Al empezar a contactar con anuncios, una persona le acaba ofreciendo “60 euros, una horita y pasarlo bien”. Y no finaliza ahí, ya que llega a proponer: “Si te gustaría compartir conmigo mi habitación, no pagarías nada”.
La reportera quiso conocer cuáles eran sus intenciones y sin escrúpulos le pregunta: “¿A cambio de sexo?”, a lo que él le responde: “Bueno, me gustaría”. Con estas intenciones, la periodista se enfrentó a la situación y le propuso quedar juntos para saber si se trataba de una práctica que solía hacer.
Ambos se ven en la terraza de un bar, y tras un rato conversando sobre cuestiones diferentes al alquiler, ella le saca el tema. Y aunque él no verbalizó las condiciones, sí que asintió cuando la joven le preguntó si tenían que compartir cama e intimar a cambio de poder residir en su casa: “¿Cuántas veces sería?”, le preguntó la reportera y el respondió: “A ver, cariño. No sé, somos humanos”.
Una vez concluida la situación, el equipo de Código 10 revela su identidad y le comunican que se encuentra ante periodistas. A lo que el hombre comienza a negar lo sucedido justifica sus actos con: “Son cosas de ella y yo”. Y también les desmiente haberle propuesto mantener relaciones sexuales a cambio de un lugar en el que dormir.
“Me decía amor y cariño”
Otro de los casos destapados por el programa le ocurre a Bea, una chica almeriense que busca piso en Barcelona. A través de una red social contacta con un joven que dice compartir piso con más personas y desde un primer momento se muestra “cariñoso”; sin embargo, sus palabras comienzan a subir de tono y cada vez era más insinuante: “Me decía amor y cariño”, explica la chica.
En el momento en el que parece que van a concertar la visita para conocer “la supuesta habitación que ella iba a alquiler”, él va un poco más allá: “Me dijo que la habitación estaba barata porque tenía que compartir la cama con él”. En ese momento, ella empieza a comprender la intención del anuncio y le comunica que no estaba interesada. A lo que él le responde “de muy mala manera”.
El equipo del programa también se puso en contacto con el chico y conciertan una entrevista haciéndose pasar por “una posible inquilina”. Pero en el momento en el que el reportero le increpa, él lo niega todo y justifica toda la información sobre él: “De verdad que desconozco eso y, en caso tal de que tenga una conversación privada y mayor de edad, sería algo privado”.