Hay consternación en el batallón del Ejército Nacional de Alta Montaña No 7, debido a un incidente que involucró a dos soldados y un fúsil de la compañía. De acuerdo con la institución durante el viernes 17 de mayo en la base Carpa Azul, en jurisdicción de San José de Oriente, municipio de La Paz, departamento de Cesar, un uniformado habría accionado accidentalmente un arma de fuego de largo alcance y habría impactado a un compañero.
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El arma accionada habría sido un fúsil en contra del soldado identificado como Juan Esteban Angarita Pérez, de tan solo 18 años de edad. Las versiones preliminares solamente indican que el disparo habría sido producto de un accidente mientras uno de los uniformados manipulaba el armamento.
Angarita Pérez fue trasladado a la clínica Santa Isabel de Valledupar donde fue intervenido quirúrgicamente, su estado de salud actualmente es reservado, entretanto el soldado señalado de dispararle a su compañero fue presentado por integrantes del Ejército ante la Justicia Penal Militar, donde deberá responder por el grado de responsabilidad de sus acciones.
Esta situación es similar a lo que ocurrió en la madrugada del jueves 16 de mayo en la ciudad de Bogotá, donde un soldado le disparó a otro, pero a diferencia de lo ocurrido en Cesar, fue intencionalmente el disparo que terminó con la vida del uniformado.
La situación señalada ocurrió en el Cantón Norte, cuando el soldado Wilmer Enrique Toncón Siso, se dirigió con su fusil Galil calibre 5.56 al dormitorio donde tras una discusión con Carlos Manuel Martínez lo asesinó de un balazo en la cabeza. Las versiones preliminares señalan que todo habría sido producto de una deuda entre Martínez y Toncón.
Mientras se adelantaron las honras fúnebres del soldado asesinado, su compañero y homicida fue entregado ante la Justicia Penal Militar donde deberá responder por la muerte de Martínez.
Es de recordar que en Colombia la Justicia Penal Militar es la encargada de investigar y juzgar los delitos cometidos por miembros de las Fuerzas Armadas en servicio activo y en relación con el mismo servicio. Si un soldado le dispara a otro soldado, la Justicia Penal Militar podría iniciar un proceso para determinar las circunstancias del hecho y las responsabilidades involucradas.
El soldado agresor podría enfrentar cargos que van desde lesiones personales hasta tentativa de homicidio u homicidio, dependiendo del resultado del disparo. La sanción puede variar desde medidas disciplinarias hasta penas privativas de libertad, acorde a los códigos y reglamentos militares aplicables. Además, se realizaría un juicio sumario con garantías procesales establecidas en la ley, donde se analizarían las pruebas, testimonios y circunstancias del evento para dictar una sentencia justa conforme al Código Penal Militar.
Coronel en retiro irá a juicio por mal llamados falsos positivos
El coronel retirado del Ejército Nacional, Iván Darío Pineda Recuero, enfrentará un juicio por no reconocer su responsabilidad en al menos 130 asesinatos y desapariciones forzadas en el oriente de Antioquia entre 2002 y 2003. La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ha remitido su caso a la Unidad de Investigación y Acusación (UIA) para decidir si acusa al imputado ante la Sección de Ausencia de Reconocimiento de Verdad. De ser vencido en juicio, Pineda Recuero podría recibir una condena de hasta 20 años de cárcel en la justicia ordinaria.
La Sala de Reconocimiento de Verdad determinó que Pineda Recuero es penalmente responsable como autor de homicidio en persona protegida y desaparición forzada, crímenes que constituyen delitos de lesa humanidad. Los hechos ocurrieron entre enero y diciembre de 2003, periodo en el cual comandaba el Batallón de Artillería No. 4. La JEP documentó un patrón criminal donde las víctimas fueron eliminadas y presentadas falsamente como bajas en combate.