A pesar de su pequeño tamaño, las semillas son grandes aliados de nuestra salud, pues muchas de ellas concentran una gran cantidad de nutrientes.
Tal es el caso de las semillas de calabaza, las cuales son las pepitas que se encuentran dentro de la calabaza y que comestibles y se consumen tanto crudas como tostadas. Rico en nutrientes, este alimento contiene proteínas, ácidos grasos esenciales, fibra, antioxidantes, vitaminas y minerales como zinc, magnesio y hierro.
Su consumo se ha asociado con beneficios para la salud y lo mejor de ellas es que son versátiles y se pueden usar en diversas preparaciones culinarias como ensaladas, panes, postres y como snack.
Por qué su consumo es bueno para el corazón
A pesar de que tiene múltiples beneficios, uno de los más destacados es su poder para proteger el corazón debido a su contenido en nutrientes esenciales.
Contienen ácidos grasos insaturados, especialmente omega-3 y omega-6, que ayudan a reducir los niveles de colesterol LDL (“colesterol malo”) y aumentan los niveles de colesterol HDL (“colesterol bueno”), lo cual disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Además, su alto contenido en magnesio contribuye a regular la presión arterial y mejorar la función arterial, lo cual también es vital para la correcta función del corazón.
Por su parte, los antioxidantes presentes en las semillas también apoyan la salud cardiovascular al reducir la inflamación y proteger las células del daño oxidativo.
Cuáles son otros beneficios para la salud que otorgan las semillas de calabaza
Además del antes mencionado, las semillas de calabaza ofrecen múltiples beneficios para la salud gracias a su perfil nutricional rico en nutrientes esenciales.
Por ejemplo, sus grandes cantidades de magnesio también ayudan a mejoran la función muscular y nerviosa así como la formación de huesos. Por su parte, la ingesta adecuada de magnesio también puede reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Otro beneficio notable es su contenido en zinc, un mineral que fortalece el sistema inmunológico. El zinc es esencial para la producción de células inmunitarias y tiene propiedades inflamatorias que ayudan a combatir infecciones.
Las semillas de calabaza también son ricas en antioxidantes como la vitamina E, que neutralizan los radicales libres y protegen las células del daño oxidativo. Esto puede reducir la inflamación y el riesgo de enfermedades crónicas.
En cuanto a la salud prostática, estudios sugieren que el consumo regular de semillas de calabaza puede mejorar la función urinaria y reducir los síntomas de hiperplasia prostática benigna (HPB).
La fibra dietética en las semillas promueve la salud digestiva, ayudando a mantener el tránsito intestinal y prevenir el estreñimiento. Además, la fibra puede contribuir a la saciedad y, por tanto, al control del peso.
El contenido de triptófano en las semillas favorece la producción de serotonina, mejorando el estado de ánimo y la calidad del sueño.
En resumen, las semillas de calabaza aportan nutrientes esenciales que promueven la salud cardiovascular, inmunitaria, digestiva y prostática, además de ofrecer beneficios para el control del peso y el bienestar mental.
Cuántas semillas de calabaza es sano consumir al día y cómo incluirlas a tu dieta
El consumo recomendado de semillas de calabaza es alrededor de 30 gramos al día, lo que equivale aproximadamente a un puñado pequeño. Esta cantidad proporciona un equilibrio adecuado de nutrientes sin excesos calóricos.
Es importante incorporarlas como parte de una dieta balanceada y variada para obtener sus beneficios sin desbalancear la ingesta nutricional total.
Las pepitas de calabaza pueden incorporarse a la alimentación diaria de diversas maneras.
- Snacks: Consúmelas tostadas y saladas como un snack saludable entre comidas.
- Ensaladas: Agrégalas a ensaladas para aportar un toque crujiente y nutritivo.
- Cereales y yogur: Espolvoréalas sobre cereales, avena o yogur para mejorar la textura y el contenido nutricional.
- Panes y postres: Incorpóralas en la masa de panes, muffins o galletas para añadir sabor y nutrientes.
- Batidos: Mézclalas en batidos para enriquecerlos con proteínas, grasas saludables y fibra.
- Sopas y cremas: Utilízalas como topping para sopas y cremas para agregar un contraste crujiente.
- Platos principales: Agrégalas a platos como arroces, quinoa o pastas para obtener un extra de nutrición y textura.
- Salsas y pesto: Inclúyelas en la preparación de salsas como el pesto, sustituyendo o complementando a otros frutos secos.
Estas son algunas maneras prácticas y versátiles de disfrutar de las pepitas de calabaza mientras se aprovechan sus beneficios nutricionales.