El testamento es un documento legal en el que una persona dispone quién heredará sus bienes tras su fallecimiento. Hacerlo, conlleva ventajas tanto para el causante (que se asegura de que se cumplen sus últimas voluntades), como para los herederos (que se ahorran bastante dinero y tiempo en hacerlo efectivo).
La herencia se decide por un testamento o, si no hay uno, por la ley. Si hay un testamento, se llama herencia testamentaria; y si no, herencia legítima. Por ello, una de las ventajas de hacer el testamento es que el testador puede realizar disposiciones que de otro modo no sería posible. De esta forma se permite concretar con mayor precisión la voluntad sobre la herencia de los herederos.
El Código Civil recoge numerosas cláusulas sobre lo que se puede o no regular en el testamento. Estas son algunas de las más comunes.
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Del reparto entre herederos a la desheredación
El proceso de elaboración de un testamento inicia con la designación de herederos, donde se debe respetar la figura de los “herederos forzosos” establecidos por la ley. Además, los bienes inmuebles, como pisos, terrenos o locales, deben ser descritos y distribuidos cuidadosamente entre los beneficiarios.
El documento permite introducir limitaciones a la transmisión de bienes inmuebles para evitar que ciertos bienes terminen en manos de terceros debido a ventas, donaciones o herencias. Asimismo, se puede regular la distribución de dinero en cuentas bancarias y seguros de vida.
Otra común disposición en los testamentos es el legado de bienes a personas o entidades, como podría ser un amante de los animales que decida legar una propiedad a una protectora de animales. También es habitual especificar el deseo sobre el entierro o la cremación del testador.
El nombramiento de albacea testamentario es una opción disponible para asegurar el cumplimiento de las disposiciones del testamento. En cuanto a menores de edad o personas incapacitas, los padres pueden designar un tutor a través del documento.
Si antes se disponía el reparto entre herederos, también existe el caso contrario. La desheredación es una cláusula que permite privar a un hijo de su herencia bajo los casos previstos por la ley, mientras que el cuidado de mascotas dispone de las atenciones que debe recibir una mascota tras el fallecimiento del dueño, incluso nombrando a un albacea encargado de ese cuidado.
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Finalmente, se pueden incluir disposiciones que condicionen la herencia al cumplimiento de ciertos deberes, como el cuidado del testador en sus últimos años de vida. Sin embargo, la interpretación de estos cuidados puede generar disputas legales.
Sin embargo, se pueden regular muchos aspectos en el testamento según la ley. Por otro lado, también se pueden cambiar las disposiciones de un testamento. Para hacerlo, hay que hacer un nuevo testamento que anule todo o parte del anterior.