Esteban Valdés, hijo de ‘Don Ramón’, está en ‘la ciudad bonita’ presentando su libro “Con permisito dijo Monchito”, una obra que revela los aspectos más curiosos del vecino deudor más querido en Latinoamérica.
A pesar de la fama y el reconocimiento que le trajo el estrellato del ‘Chavo del Ocho’ a su familia Esteban dio a conocer que “siempre hubo una línea muy delgada entre Ramón Valdés y el personaje de ‘Don Ramón’”.
Y la situación que mejor ejemplifica la forma de ser del actor mexicano casualmente es el tema de la renta, aunque no eran los 14 meses que se reclamaban en el show, si habían ocasiones que la deuda lograba ascender a los dos o tres meses. “Nosotros también debimos la renta y nos sacaban de las casas. Vivimos en muchas casas pero no por ser ricos, sino por ser pobres” reveló el escritor.
Este curioso capítulo de su vida y el manejo de las finanzas por parte del ‘roro’ fue lo que inspiró una gran parte del libro, la cual tituló ‘Las muchas casas’.
Esteban Valdés presentará su libro “Con permisito dijo Monchito” hoy, 16 de agosto, en el Museo de Arte Moderno a las 6:00 de la tarde y mañana, 17 de agosto, en La Concha Acústica a las 3:00 de la tarde.
Una familia de estrellas
Los problemas de fama nunca fueron un inconveniente para la familia Valdés debido a que Ramón se caracterizó por ser un padre común. Y eso que el tío de Esteban fue Germán Valdés, ‘Tin Tan’, un actor que marcó época en el cine de oro mexicano.
Su madre también estuvo vinculada a las tablas y las luces, fue cantante y hasta su primo es el baladista Christian Castro. Por lo que talento si había en la sangre.
Los fans brasileños
Contrario a lo que se piensa, la fanaticada que más ha impresionado al hijo de Don Ramón no es la mexicana ni la colombiana: es la brasileña.
“Aunque mi padre se fue hace más de 30 años, aún me conmueve cuando los fans se acercan. En Brasil vi tatuajes con la cara de mi padre y me impactó” resaltó el escritor mexicano.
Tal es el amor por el personaje en tierras cariocas que uno de los proyecto que tiene es la versión portuguesa de su libro, la cual se titula ‘Licencinha para o Madruguinha’, debido a que esa era la frase insignia del personaje en portugués.
A donde quiera que vaya Esteban, las muestras de cariño hacia el legado de su padre son continuas y por eso llegó hasta Bucaramanga a presentar las vivencias de un personaje que le enseñó a toda una generación que “la venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena”.
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