Las deudas son comunes y suelen ser motivo de preocupación, ya que en caso de no pagar una deuda que se tenga con alguna entidad financiera se puede caer en el embargo de bienes.
Un embargo puede ser entendido como la incautación de los bienes de una persona para satisfacer una deuda tributaria. Cabe mencionar que existen algunos bienes que no se pueden embargar.
Existen distintas deudas que pueden llevar a un proceso de embargo, además de que en México existen dos tipos de este proceso, uno es el embargo preventivo, que es cuando no se despoja de los bienes al deudor, pero no puede hacer uso libremente de estos ni venderlos, ya que la finalidad en este caso es que se pague la deuda; el segundo es el embargo ejecutivo, que es cuando la autoridad judicial o fiscal ordena la retención de los bienes para proceder a un remate, para con ello, saldar la deuda.
Crédito Freepik
De acuerdo con el portal del Gobierno de México, los bienes que no se pueden embargar son los siguientes:
– El lecho cotidiano, los vestidos del deudor y de sus familias
– El derecho de usufructo
– Las pensiones de cualquier tipo
– Los ejidos
– Las pensiones de cualquier tipo
– Los muebles de uso indispensable del deudor y de sus familiares no siendo de lujo a juicio del ejecutor
– Los libros, instrumentos, útiles y mobiliario indispensable para el ejercicio de la profesión, arte y oficio a que se dedique el deudor
– Las armas, vehículos y caballos que los militares en servicio deban usar conforme a las leyes.
– Los granos, mientras éstos no hayan sido cosechados, pero no los derechos sobre las siembras.
– Los derechos de uso o de habitación
– Las pensiones de cualquier tipo
– Los ejidos
– La maquinaria, enseres y semovientes de las negociaciones cuando sean necesarios para su actividad ordinaria.
– Los sueldos y salarios
– Los depósitos que una persona tenga en su cuenta individual de ahorro para el retiro, conforme a lo establecido en la Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro
¿Cómo salir de un embargo?
Un embargo puede ser una situación complicada, pero hay pasos que pueden tomarse para intentar salir de esta situación:
– Revisar la Documentación: examina cuidadosamente los documentos relacionados con el embargo para entender el motivo y la cantidad adeudada.
– Negociación con el Acreedor: ponte en contacto con el acreedor para negociar un plan de pago o una reducción de la deuda. En algunos casos, los acreedores pueden estar dispuestos a llegar a un acuerdo.
– Asesoría Legal: consulta con un abogado especializado en derecho financiero o concursal. Un profesional puede ofrecerte la mejor estrategia legal y ayudarte con las negociaciones.
– Plan de Pagos: proponer un plan de pagos que sea realista y sostenible, demostrando tu intención de liquidar la deuda.
– Recursos Judiciales: dependiendo del tipo de embargo y su origen, podría ser posible impugnar el embargo en los tribunales. Un abogado puede orientarte sobre este proceso.
– Conciliación: participar en programas de conciliación ofrecidos por organismos gubernamentales o instituciones financieras.
– Reestructuración Financiera: analiza tu situación financiera general y considera opciones como la reestructuración de deuda, consolidación de deudas o incluso la bancarrota, si es aplicable a tu país y situación.
