Dos de los capos más grandes en la historia del narcotráfico mexicano se declararon admiradores de igual número de expresidentes: Joaquín Archivaldo Guzmán Loera (El Chapo) y Miguel Ángel Félix Gallardo (El Jefe de Jefes), tienen más en común que su estadía en prisión por el resto de sus vidas.
La historia de ambos personajes se entrelazó en la década de 1980, cuando El Chapo Guzmán se convirtió en uno de los pistoleros al servicio del entonces Cártel de Guadalajara comandado por El Jefe de Jefes, previó a su paso por la cárcel, su primera fuga y la consolidación del Cártel de Sinaloa.
Fue durante ese tiempo en prisión (1993-2001) que un excompañero de cárcel, Bertoldo Martínez Cruz, excoordinador de derechos humanos del PRD en Guerrero acusado de ser “guerrillero”, conoció algunos detalles del capo cuando aún figuraba como un desconocido criminal en el mapa internacional.
Cuando la figura del exlíder del Cártel de Sinaloa creció después del 19 de enero de 2001, algunos de los reclusos que convivieron con él revelaron esos detalles: unos afirmaron que Arturo Beltrán Leyva le enviaba dinero a El Chapo Guzmán; otros dijeron que se podría esconder en Nayarit o Guadalajara -entonces bajo el mando de su hermano Aureliano “El Guano”; mientras que Martínez Cruz aseguró que Guzmán Loera era “reversado, no hablaba de narco ni de guerrilla, nada más de la familia -y remata-: era admirador del candidato de las botas”, Vicente Foz Quesada.
Miguel Ángel Félix Gallardo
Las revelaciones de los excompañeros de prisión de Joaquín El Chapo Guzmán están incluidas en el libro “El Cártel de Sinaloa: una historia del uso político del narco”, escrito por el periodista Diego Enrique Osorno, quien también logró entrevistar a Miguel Ángel Félix Gallardo y saber de primera mano detalles de su vida privada poco conocidos.
Por las complicaciones para ingresar al penal de Almoloya de Juárez y entrevistarse con El Jefe de Jefes, el periodista le envió un cuestionario al exlíder del Cártel de Guadalajara con una serie de preguntas sobre su postura respecto a temas como el capitalismo, las elecciones de 2020, Cuba, del PRI y del PAN, de Badiraguato y hasta de la película El Padrino.
Pero en uno de sus cuestionamientos, Diego Enrique Osorno le preguntó a Miguel Ángel Félix Gallar a quién admiraba durante su niñez: a don Benito Juárez, respondió el excapo.
Otro tema que abordó el narco que dio origen a los cárteles como los conocemos hoy en día, estuvo relacionado con la muerte; conocedor de los padecimientos que tiene, Miguel Ángel Félix Gallardo dijo estar esperando y pidió a su familia sembrar un árbol sobre sus restos.
Dos historias que terminarán igual
En más de una ocasión Miguel Ángel Félix Gallardo ha buscado cumplir el resto de su condena en prisión domiciliaria, principalmente para que pueda recibir los cuidados que necesita por los padecimientos que enfrenta: sordera izquierda, carcinoma facial derecho, glaucoma en el ojo izquierdo, hernia de disco, hipertrofia de próstata, hipertensión, neumonía , tuberculosis pulmonar y diabetes, entre otros: hasta la fecha sigue recluido en el penal de Puente Grande, Jalisco.
El que fuera su discípulo, El Chapo Guzmán, fue extraditado en 2017 a Estados Unidos y enfrenta una cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad de Colorado, desde donde quiere convencer a las autoridades mexicanas para que intercedan por él y lo hagan cumplir su condena en México.
Ambos han pedido la ayuda del presidente Andrés Manuel López Obrador para que interceda por ellos; ambos fueron los máximos líderes de los cárteles más grandes del momento; y, si nada cambia, ambos pasarán el resto de sus vidas en una prisión.