El Gobierno nacional, en cabeza del presidente Gustavo Petro, sigue en su lucha por desarrollar el negocio lícito de la marihuana, por lo que el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, junto a Colombia Productiva y con el apoyo de Biointropic, dio detalles de la primera estrategia integral para fomentar las industrias del cannabis y el cáñamo en el país.
Con una inversión inicial estimada en cinco mil millones de pesos (aproximadamente 1.3 millones de dólares), el Gobierno nacional aseguró que el programa busca capitalizar el creciente interés y demanda internacional por productos derivados de estas plantas, abarcando desde bioinsumos agrícolas hasta productos cosméticos y medicinales.
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El ministro Germán Umaña Mendoza destacó la importancia de esta estrategia para “aprovechar estas oportunidades, en línea con nuestra apuesta por la agroindustria y la diversificación de la matriz productiva”, resaltando el potencial de Colombia en el escenario global.
En esa línea, la cartera informó que el programa se centrará en cuatro pilares fundamentales: formación especializada, cofinanciación de proyectos productivos, ruedas de conexión para fortalecer relaciones comerciales, y la generación de estudios específicos que orienten el crecimiento empresarial en estos sectores.
Según cifras divulgadas, más de doscientas entidades, entre públicas y privadas, se han identificado como actores clave para impulsar estas industrias en regiones estratégicas del país, tales como Atlántico y Antioquia, entre otras. Estas áreas se perfilan como núcleos de transformación del cannabis y el cáñamo para el desarrollo social, económico y tecnológico de Colombia.
“Con este programa que estamos lanzando, buscamos aprovechar estas oportunidades, en línea con nuestra apuesta por la agroindustria y la diversificación de la matriz productiva en los territorios, parte de la Política de Reindustrialización que tenemos en marcha en el gobierno del presidente Gustavo Petro Urrego”, indicó Umaña.
Desde la perspectiva de capacitación y desarrollo, se prevé la formación práctica de tres mil personas, complementada con una convocatoria para cofinanciar al menos treinta proyectos que promuevan el encadenamiento productivo. En palabras de Hernán Ceballos, gerente general de Colombia Productiva, el objetivo es “promover la coordinación entre el sector público y privado; incentivar la inversión en proyectos productivos innovadores y sostenibles”.
Esta estrategia no solo se enfocará en el fortalecimiento interno de las industrias del cannabis y el cáñamo, sino que también mira hacia afuera, buscando posicionar a Colombia como un jugador relevante en el mercado internacional.
Las proyecciones de Mordor Intelligence Research & Advisory sugieren que para 2028, la demanda mundial de cáñamo industrial podría alcanzar los 4.900 millones de dólares, mientras que la de cannabis medicinal se estima en 22.460 millones.
El panorama actual revela que Colombia ya cuenta con más de 57.000 hectáreas de cultivos legales de cannabis y más de 3.000 licencias otorgadas para diversos usos relacionados con esta planta, marcando un hito importante en el desarrollo agroindustrial y biofármaco del país.
Por su parte, ProColombia y la Gobernación de Valle del Cauca anticiparon que el avance de estas actividades económicas podría generar hasta 44.000 empleos para 2030, resaltando el impacto significativo de esta iniciativa en la generación de empleo y en el progreso económico.
“Abordaremos acciones para mejorar la integración entre cultivadores, transformadores y comercializadores en la cadena productiva; fortalecer conocimientos y capacidades técnicas para el desarrollo de la industria; y mejorar la productividad, la calidad; entre otros temas clave para la búsqueda y aprovechamiento de nuevas oportunidades comerciales para estos sectores”, concluyó Hernán Ceballos.
Este lanzamiento representa una apuesta por el futuro comercial del país, alineándose con los objetivos de reindustrialización y diversificación productiva del Gobierno de Gustavo Petro Urrego, maximizando las ventajas naturales y humanas que posee Colombia.
Con esto, el país se posicionaría en la vanguardia del desarrollo de industrias basadas en el cannabis y el cáñamo, buscando no solo satisfacer la demanda interna, sino también capturar una porción valiosa del mercado global.