Inés Morencia
Valladolid, 26 jul (EFE).- Carlo Goldoni llega al festival “Olmedo Clásico”, de la mano de “Noviembre teatro”, para reírse de la ostentación y la falsa imagen proyectada hacia los demás en “Las locuras por el veraneo”, una “comedia deliciosa” en la que “no se ridiculiza a los personajes”, sino que son tratados “con cariño y empatía”.
Así lo ha asegurado el director de esta prestigiosa compañía, Eduardo Vasco, recién nombrado director del Teatro Español de Madrid, que aparcará su proyecto con la misma para centrarse en su nueva etapa y disfrutar del “regalo” que ha supuesto el nuevo cargo.
Su intención es “aprovechar al máximo” el “coliseo” madrileño, “un espacio con tradición, con raíz, el primer escenario de España” y, por tanto, será el edificio el que marque los proyectos que estarán dirigidos a “la ciudadanía madrileña y española”, ha apuntado, en una entrevista con EFE.
En breve se harán públicos los proyectos a corto plazo para este teatro municipal, que implican “una responsabilidad, puesto que es para y por la ciudadanía y, por tanto, no se puede hacer lo mismo que en una compañía propia, y se pueden llevar a cabo obras que no estén sujetas al mercado”.
“Asumo esa responsabilidad como un valor, no como un lastre, porque estoy acostumbrado a asumirla desde que era muy joven, y creo que hay muchas cosas que puedo transmitir”, ha añadido Vasco, quien también fuera director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico.
Un período que ha definido como “maravilloso”, ya que contó con un buen presupuesto que le permitió abordar muchos autores, crear la Joven Compañía, dar trabajo a muchos actores y, aunque le quedó la espinita de no abrir el Teatro de la Comedia, considera que fue una magnífica experiencia.
Tras la pandemia, que afectó a todas las áreas, cree que “se han ido reconduciendo muchos presupuestos, puesto que estos se quedaron en estado de supervivencia, y ahora las instituciones apuestan por algo más a largo plazo”, ha advertido.
Y también considera que “se está remontando a nivel interno, con un regreso a los títulos, a las obras y a los autores, después de ese boom de inventos a partir de épocas o dramaturgos, que carecían de calidad literaria”.
Antes de ese “descanso” con “Noviembre”, que “también viene bien, para refrescar”, según ha señalado Vasco, seguirá con esta obra de Goldoni, un autor “que basa su trabajo en la observación, que hace un retrato realista de sus vecinos, sin ridiculizarles, ya que les colma de razones”.
“Goldoni ama a sus personajes. Es un autor que trata de cambiar el mundo pero sin gritar, susurrando, porque no piensa que haya que ser radical para hacerlo”, ha matizado el director madrileño, un habitual del festival olmedano “porque se ha creado a la medida del lugar”.
“En Olmedo ha habido una apuesta institucional por la continuidad y ha logrado que el espectador se vincule, lo que le ha permitido progresar y consolidarse, gracias al sentido de la medida de sus organizadores, que han sabido no salirse de determinadas marcas”, ha concluido. EFE
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