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Inclusión y educación: cómo son las experiencias de las ONG que transforman vidas en la Argentina

Ricardo Rondoletto, Gastón Vigo Gasparotti y Valentina Mammolino compartieron experiencias de la inclusión en la educación  (Agustín Brashich/Ticmas)
Ricardo Rondoletto, Gastón Vigo Gasparotti y Valentina Mammolino compartieron experiencias de la inclusión en la educación (Agustín Brashich/Ticmas)

Al auditorio de Ticmas asistieron Ricardo Rondoletto, director Adjunto Área Educacional YMCA; Gastón Vigo Gasparotti, fundador de la Fundación Akamasoa Argentina y Valentina Mammolino, quien dirige el programa de brecha digital de Potenciar Solidario. Estas tres ONG se sumaron a las charlas realizadas en la Feria del Libro de Buenos Aires en medio del desarrollo de la jornada de inclusión.

El primer hecho que marcó la pauta para comenzar la conversación fue que Gastón asistió al escenario con el pantalón sucio, las zapatillas estaban llenas de tierra, motivo por el cual, Patricio Zunini, moderador del encuentro preguntó ¿por qué?

Gastón Vigo Gasparotti: “Porque nosotros en la comunidad en la que estamos; vamos haciendo viviendas, caminos, desagües, poste de luz, vamos imaginando cómo darle salud a mucha gente. Pero también resolver cuestiones de educación; y estamos armando los cimientos de un colegio de 1.288 metros cuadrados dividido en cuatro módulos y mañana si Dios quiere, estamos tirando el hormigón armado de esos primeros módulos, así que así estoy, estaba trabajando hasta recién”. Con lo cual se ganó un estruendoso aplauso tanto de los asistentes a la charla.

¿Potenciar solidario nuclea a muchas otras organizaciones, cómo es ese trabajo?

Valentina Mammolino : Nosotros acompañamos a casi 500 organizaciones sociales de todo el país que trabajan por la dignidad de las personas, con un programa a largo plazo y gratuito para que las ONG puedan hacer su misión bien y nosotros poder ayudarlas en su crecimiento sostenido a lo largo del tiempo. Particularmente yo estoy en el programa de educación que se llama brecha digital, lo que hacemos es apoyar las organizaciones sociales, que trabajan en educación para cerrar la brecha digital y poder llevar oportunidades educativas de calidad en tecnología para todos los chicos y adultos.

Ricardo Rondoletto señaló que YMCA actualmente dispone de dos escuelas que abarcan desde el nivel inicial hasta el secundario  (Agustín Brashich/Ticmas)
Ricardo Rondoletto señaló que YMCA actualmente dispone de dos escuelas que abarcan desde el nivel inicial hasta el secundario (Agustín Brashich/Ticmas)

YMCA funciona poniendo especial atención en los chicos, ¿cómo lo hacen, cómo es la relación que tienen con la organización a nivel global y a nivel nacional?

Ricardo Rondoletto: La Asociación está comprometida con potenciar y apoyar a la juventud, especialmente en el ámbito educativo. Ha establecido escuelas en ubicaciones clave para ofrecer una educación de calidad y oportunidades equitativas a todos. Más allá de ser instituciones privadas, buscan superar las limitaciones financieras para brindar apoyo a los jóvenes, quienes representan tanto el futuro como el presente. Si no se les brinda oportunidades ahora, será difícil alcanzar resultados positivos a largo plazo.

En lo que respecta a la educación formal, la asociación dispone actualmente de dos escuelas que abarcan desde el nivel inicial hasta el secundario, además de un instituto terciario especializado en guardavidas y dos centros de formación laboral ubicados en Avellaneda y La Matanza. Hace 5 años, lograron inaugurar el Instituto Universitario, el cual, después de una década de esfuerzos, recibió la aprobación oficial y hoy opera su sede central en CABA, con una extensión en Escobar dentro de los colegios para hacer una trayectoria de los estudiantes, desde los tres años hasta la graduación universitaria.

¿Cómo abordan la educación desde Akamasoa?

Gastón Vigo Gasparotti: Cuando uno plantea las comunidades que se hacen en el Madagascar o en la Argentina hay cuatro cosas que son innegociables y que están entrelazadas y que buscan educar a ese individuo desde que nace hasta justamente la Universidad, uno va a Madagascar y en las 22 comunidades se va a encontrar con 50 escuelas se va a encontrar con siete universidades se va a encontrar con un pueblo de la miseria más extrema a abrazar la dignidad y progresar. Acá en la Argentina trabajamos con gente muy vulnerable; la primera vez que ingresó alguien a Akamasoa se le preguntó ¿terminaste el secundario? A la persona que ingresó ayer se le preguntó lo mismo y siempre es la misma respuesta: no.

En el desarrollo de la charla, el público aplaudió varias acciones que han realizado las ONG (Agustín Brashich/Ticmas)
En el desarrollo de la charla, el público aplaudió varias acciones que han realizado las ONG (Agustín Brashich/Ticmas)

Sin embargo, empezamos a dar educación formal al principio como podíamos en los lugares que teníamos y pudimos cubrir la escolarización de todos los adultos, hoy no hay persona que ingresa a Akamasoa que no esté escolarizado y después con los niños, nuestra utopía; al principio lo pensábamos así, hacer un colegio y hoy nos levantamos y empezamos a edificarlo, estamos dando jornada extendida para que esos chicos puedan tener una jornada completa en los espacios de construcción que hicimos y después ya entendemos la educación de la forma más amplia. No hay nadie que venga hoy a la organización y no sepa de los cimientos de una casa hasta la culminación de una de una edificación como puede ser una cocina industrial o armar un container para un hospital modular; es decir, es una educación formal, informal, de oficios, agrotécnica y así lo vamos llevando en el día a día.

¿Cómo trabajan en la dignidad de las personas?

Valentina Mammolino: Brindar dignidad a las personas implica ofrecerles las mejores oportunidades disponibles, en especial el acceso a una educación de calidad, la cual es frecuentemente menos accesible para quienes tienen limitadas opciones. Nuestro objetivo es proveer lo mejor para que cada niño pueda alcanzar su pleno desarrollo, descubrir su máximo potencial y sacar lo mejor de sí mismo. Creemos firmemente en el poder de la tecnología para democratizar el conocimiento y promover el desarrollo individual, permitiendo así que cada uno encuentre su máximo potencial.

Ricardo Rondoletto: Estoy completamente de acuerdo con Valentina sobre la importancia de brindar oportunidades. Recuerdo a un secretario general anterior de nuestra Asociación, quien contribuyó significativamente a integrar la educación formal en la Asociación Cristiana de Jóvenes. Él sostenía que la educación es la llave para acceder a oportunidades previamente inalcanzables. Por ello, enfatizaba la necesidad de proporcionar las herramientas adecuadas para abrir esa puerta. Si no equipamos a los jóvenes con estas herramientas, les será imposible acceder a las oportunidades. Por tanto, es esencial dotarlos de todos los recursos disponibles y escuchar activamente sus necesidades. Aunque podamos tener diferentes opiniones sobre aspectos del sistema educativo, creo que nos estamos alejando de lo que la juventud realmente necesita hoy en día.

Gastón Vigo Gasparotti: Es inusual encontrar a una persona cuya dignidad haya sido completamente despreciada o ignorada. Opino que lo fundamental es comprender el origen y contexto de esa persona, especialmente en situaciones de vulnerabilidad. Es crucial reconocer que vivir en la pobreza no se limita solo a la falta de recursos económicos, sino que también implica enfrentarse a traumas y carencias que trascienden lo material. Entender aspectos como el temor a dormir entre disparos o el descanso sobre la tierra nos permite conectarnos con sus experiencias. Al adentrarnos en sus vidas, descubrimos que pueden ser nuestros iguales y, en Akamasoa, buscamos facilitar su camino hacia la recuperación de su dignidad. Consideramos a cada individuo no como un mero receptor de ayuda, sino como un colaborador esencial en su propio desarrollo. Proporcionar las herramientas adecuadas y, sobre todo, permitir que se sientan valorados como personas, son pasos fundamentales para ayudarles a recordar la dignidad que gradualmente pudieron haber olvidado.

Ricardo Rondoletto, de YMCA; Gastón Vigo Gasparotti, de la Fundación Akamasoa y Valentina Mammolino de Potenciar Solidario compartieron experiencias de la inclusión en la educación (Agustín Brashich/Ticmas)
Gastón Vigo Gasparotti, de la Fundación Akamasoa, Ricardo Rondoletto, de YMCA y Valentina Mammolino de Potenciar Solidario, compartieron experiencias de la inclusión en la educación en el auditorio de Ticmas (Agustín Brashich/Ticmas)

¿El ideal es dejar de existir?

Valentina Mammolino: Potencial Solidario se distingue porque en realidad estamos apoyando a organizaciones sociales. A veces surge la pregunta entre estas organizaciones sobre si lo ideal sería su propia inexistencia. Personalmente, considero que no debería ser el caso. Si bien sería beneficioso un mayor compromiso por parte de individuos, empresas y el Estado, para aliviar la carga que actualmente recae sobre las organizaciones sociales, la labor de estas últimas en estar cercanas a la comunidad, mostrar empatía y ayudar a articular problemas sociales es fundamental. Esta misión de las organizaciones sociales de conectar y entender a la gente para poder expresar y abordar ciertas problemáticas, seguirá siendo relevante y valiosa.

Gastón Vigo Gasparotti: Para mí, hay una belleza especial en contribuir a algo cuyos beneficios no experimentaremos personalmente. Considero que esta contribución actúa como un motor de impulso, en lugar de ser una fuente de carga o angustia. Nos preguntamos por qué continuamos con esto, deseando la eliminación de ciertos problemas. La motivación radica en trabajar sin percibir límites, esforzándonos al máximo mientras podamos. Por ende, este esfuerzo representa un desafío, una invitación y una provocación a cualquier persona con la que nos crucemos, incentivándola a sentirse cada vez más humana. Compartir nuestras acciones con los demás nos brinda paz, un sentimiento que considero incluso más elevado que la felicidad.

Ricardo Rondoletto: Nuestro objetivo es impactar significativamente en los adolescentes. Al inicio del proceso educativo, percibimos que siempre hacía falta algo más, lo que nos motivó a integrar el Instituto Universitario, ampliando así las oportunidades para los estudiantes. Sin embargo, nuestra aspiración va más allá de ofrecer contenido educativo; buscamos formar integralmente a la persona. Esto implica fomentar el diálogo, escuchar activamente a los alumnos y promover los valores mencionados anteriormente, proporcionándoles herramientas que los preparen no solo académicamente sino como ciudadanos responsables y activos después de finalizar el colegio. Durante su educación, actuamos como guías, profesores y directivos, pero el verdadero desafío es qué sucede con estos jóvenes al terminar el colegio. Nuestra meta es que puedan aplicar lo aprendido para tener éxito en su vida personal y profesional. Es también un desafío institucional hacer un seguimiento de los logros de nuestros alumnos para evaluar la efectividad de nuestra labor, a pesar de que los resultados a menudo son difíciles de cuantificar. En resumen, buscamos acompañarlos y formarlos como ciudadanos competentes.

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