El Juzgado Penal 29 de Barcelona juzgó el martes a un exmédico de la Conselleria de Interior de la Generalitat acusado de abusar sexualmente de una mossa d’Esquadra, el segundo juicio por el mismo motivo contra el hombre, que en 2022 ya fue condenado a dos años de cárcel por abusos a otra agente.
Fuentes jurídicas consultadas por Europa Press han explicado que el juicio se hizo a puerta cerrada, los dos acudieron representados por un abogado particular y el hombre negó las acusaciones y puso en duda que la mujer, por ser agente de policía, pudiera ser víctima de un abuso.
La mujer, por su parte, relató que visitó al médico porque tenía una patología física por la que necesitaba una adecuación de su puesto de trabajo, para lo que era necesario un informe del facultativo, que presuntamente aprovechó para hacerle tocamientos fingiendo una exploración ginecológica.
Fuentes de la Fiscalía consultadas por Europa Press han indicado que el fiscal reclamó una condena de dos años de prisión, otros dos años de libertad vigilada y una indemnización de 5.000 euros en la que reclama que la Generalitat sea responsable civil subsidiaria.
Por su parte, la acusación particular que representa a la agente reclamó una condena de tres años de prisión, que sea inhabilitado para trabajar como médico o sanitario durante el mismo tiempo y una indemnización de 15.000 euros, también con la Generalitat como responsable civil subsidiaria, han explicado a Europa Press fuentes jurídicas.
JUICIO CON TRES VÍCTIMAS PENDIENTE
El hombre acumula cinco denuncias por abusos a mossas que visitaba como médico del departamento: por la primera ya fue juzgado y condenado a dos años de cárcel en una sentencia que está recurrida, la segunda se juzgó el martes y las otras tres denuncias de tres agentes más se resolverán en un solo juicio para el que aún no se ha fijado fecha.
Fuentes de la Conselleria de Interior han recordado que el hombre fue expulsado del cuerpo de trabajadores de la Generalitat al presentarse la segunda denuncia contra él, una decisión que el trabajador recurrió sin éxito, de manera que sigue expulsado.