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Con el objetivo apoyar el crecimiento exponencial del pádel en los Países Bajos, una iglesia en Arnhem, una localidad a menos de 100 kilómetros de Ámsterdam, ha encontrado una nueva vida lejos de lo religioso. La Iglesia de San José, que se levanta majestuosa desde 1938 y que dejó de acoger actividades religiosas hace 18 años, se ha transformado en el epicentro de una innovadora iniciativa deportiva liderada por Roland Verheij, un conocido empresario inmobiliario de la región, junto a su socio Dick Mantel.
Una iglesia puede pasar a manos privadas mediante un proceso de desacralización o desconsagración -se elimina el carácter sagrado- y una posterior venta del edificio. Este proceso se inicia cuando la entidad religiosa decide, por razones financieras, de disminución de la feligresía o cambios en la estructura y necesidades de la comunidad que no necesita, o no puede, mantener el edificio.
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Así, en 2019, Verheij y Mantel adquirieron la propiedad por una suma inferior a un millón de euros, con la visión de darle un uso innovador que beneficiara a la comunidad local, al mismo tiempo que se preservaba el valor histórico del edificio. La antigua iglesia, bajo su nueva gestión, ha sido convertida en la sede de la primera pista de pádel cubierta de toda la región, siendo todo un precedente en esta reutilización de espacios religiosos desacralizados.
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Alternativa al lugar residencial planeado inicialmente
Originalmente, Verheij y Mantel tenían planes de convertir la iglesia y sus alrededores, incluidos los extensos jardines, en un espacio multifuncional que integrara un supermercado y residencias para alrededor de 50 familias. Sin embargo, ese ambicioso proyecto se ha visto temporalmente paralizado.
Frente a la necesidad de rentabilizar su inversión, los dos socios exploraron alternativas innovadoras. Después de conocer pistas de pádel construidas en lugares inusuales como aeropuertos, rascacielos o hasta en el frío de los Alpes suizos, decidieron no quedarse atrás en esta tendencia creativa y en un intento de apoyar el gran auge que está teniendo este deporte de masas en el país.
Situada en el centro del claustro, donde tradicionalmente se hubieran colocado las bancadas para los fieles, esta pista de pádel se encuentra a escasos metros del altar y bajo la sombra de la cruz que aún adorna el recinto. Esta decisión subraya este auge mencionado anteriormente, un deporte que incluso ha capturado el interés de destacados deportistas como Van Persie, los hermanos De Boer e Ibrahimovic, vinculado además con el Ajax.
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‘Holy Padel’, en honor a lo sagrado
Su nombre, Holy Padel, no es una elección casual, sino un homenaje al carácter sagrado de la Iglesia de San José, ofreciendo un guiño creativo y respetuoso hacia su anterior función –holy significa ‘sagrado’ o ‘santo’-. Desde su apertura al público el pasado 8 de abril, la Holy Padel ha causado sensación en Arnhem. El espacio se encuentra disponible para reservas a través de PlayTomic –aplicación que facilita la reserva de pistas de tenis y pádel-, abriendo sus puertas a un amplio rango de público.
Con precios que oscilan entre 30 y 35 euros para una hora de juego, y de 45 a 50 euros para partidos de duración estándar de una hora y media, el costo puede variar dependiendo del día de la semana, si es festivo, o en turnos nocturnos, reflejando la alta demanda y el interés en esta novedosa oferta deportiva, que se encuentra disponible desde las 7 de la mañana hasta las 11 de la noche.
La respuesta entusiasta del público holandés ha sido tan positiva, que desde la inmobiliaria propietaria de la iglesia ya se han anunciado planes para la construcción de una segunda pista en los próximos meses, un testimonio del éxito de este proyecto y de la creciente popularidad del pádel en el país.
