La Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) y la Ley Universitaria surgieron como respuesta a las deficiencias históricas en la educación superior del país, implementadas con el objetivo de elevar la calidad del profesorado y las infraestructuras de las casas de estudios.
No obstante, a pesar de estos esfuerzos, algunas casas de estudios reportaron dificultades para cumplir con los estándares establecidos, de acuerdo a la norma. Estas instituciones no lograron cumplir con las Condiciones Básicas de Calidad, lo que llevó al cese definitivo de sus actividades.
El cierre de estas universidades dejó a miles de estudiantes en todo el país sin poder continuar sus estudios. Sin el licenciamiento adecuado, dichas instituciones no podían seguir operando, situación que obligó a los estudiantes a reiniciar sus estudios desde el principio. Frente a ello, La República realizó un recuento de cinco de ellas.
Universidad Alas Peruanas (UAP)
La Universidad Alas Peruanas (UAP) cesó sus operaciones el 16 de noviembre de 2021, después de la denegación final de su licencia institucional por parte de la Sunedu.
Las personas que se encontraban matriculadas durante todo este proceso pudieron optar por trasladarse a otra casa de estudios debidamente acreditada, convalidar sus estudios para continuar en otra institución o finalizar en la misma UAP, solo si esta última tenía un plan de cierre de actividades aprobado.
Actualmente, se halla bajo investigación por un presunto caso de lavado de dinero. Los motivos incluyen sospechas de desfalco millonario y falta de justificación legal, entre otros. La República recordó que el proceso de la Fiscalía ha avanzado al punto de que el fiscal especializado en lavado de activos, Wilson Salazar Reque, incautó los bienes de la institución el 11 de abril de 2023.
Universidad Científica del Perú (UCP)
En 2023, la Universidad Científica del Perú (UCP) cerró sus puertas tras no conseguir la licencia institucional de la Sunedu.
Como fue el caso de la Universidad Alas Peruanas, los alumnos tuvieron diversas alternativas: matricularse en otra universidad con licencia, validar sus estudios para continuar en otra institución académica, o finalizar en la propia UCP, solo si esta última tenía un plan de cierre de actividades aprobado.
Universidad Privada Juan Pablo II (UJPII)
La Universidad Privada Juan Pablo II, ubicada en el distrito de Ate, cerró definitivamente tras una evaluación de la Sunedu, la cual determinó su incumplimiento de las Condiciones Básicas de Calidad requeridas por la Ley Universitaria.
Fundada en 2010, atendía a 930 estudiantes y tenía una plantilla de 90 docentes en sus instalaciones. Sin embargo, se concluyó que la universidad no cumplía con los estándares mínimos de calidad exigidos para continuar operando.
Universidad Privada de Pucallpa
En 2019, la Sunedu denegó, mediante una resolución de su Consejo Directivo, la solicitud de licencia institucional presentada por la Universidad Privada de Pucallpa (UPP). Esta decisión se tomó debido a que la casa de estudios no demostró el cumplimiento de las Condiciones Básicas de Calidad (CBC).
Como resultado, se comenzó un proceso ordenado de cierre de actividades, para el cual se le otorgó un plazo máximo de dos años de cese de sus operaciones hasta el 2021.
Universidad Privada Telesup
En 2029, la Sunedu rechazó la licencia a la Universidad Telesup, que tenía más de 20 mil alumnos, debido a que no cumplía con los requisitos mínimos de calidad especificados en la Ley Universitaria. Según la resolución, la institución debió iniciar un proceso ordenado de cierre de operaciones en un plazo máximo de dos años, aunque desde ese momento tuvo prohibida la admisión de nuevos alumnos.
No obstante, los títulos y grados expedidos durante dicho periodo seguirán siendo válidos y reconocidos. El órgano de supervisión precisó que la casa de estudios no había conseguido demostrar el cumplimiento de ninguna de las ocho condiciones mínimas de calidad (CBC) establecidas por la Ley Universitaria desde que inició su proceso de inspección en 2017.