A principios del mes de abril, María Esteve reaparecía ante las cámaras por el estreno en cines el próximo 10 de mayo del largometraje documental ‘Marisol, llámame Pepa’ que redescubre el camino vital de su madre para pasar de niña prodigio a una de las personalidades más famosas de nuestro país, antes de rebelarse contra su fama y retirarse del mundo del espectáculo para ‘recuperar su voz’.
Hace unos días volvimos hablar con María y nos adelantaba sus planes de trabajo justo en el Día Internacional de la Danza: “Nos vamos a China, volvemos a Italia otra vez a hacer las partes bailadas de la ‘Carmen’ de Cefirelli en el arena de Verona por tercer año consecutivo, volvemos a trabajar con Plácido Domingo este verano en las noches españolas de Plácido con el ballet de Antonio Gades”.
Además, la hija de Pepa Flores nos comentaba que “antes vivía para trabajar y ahora no” y que “cuando era más jovencilla, pedía otras cosas a la vida”. Por eso “ahora pido estar en paz, estar tranquila y en paz y poder respirar sin ansiedad y sin ese agobio que entraba cuando era más pequeña con respecto al trabajo, a las relaciones, a todo”.
María quiso ser igual de discreta que su madre cuando se le preguntaba por ella y por su actualidad, limitándose a responder con un “gracias por preguntar por ella. Todo bien en casa”.