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En recientes declaraciones, la senadora María Fernanda Cabal cuestionó la eficacia de las políticas del presidente colombiano, Gustavo Petro, frente a los grupos terroristas, concretamente con la “política del amor” cuando se enfrenta a secuestro, extorsión, reclutamiento y asesinatos.
Cabal presenta su escepticismo respecto a las estrategias del gobierno para manejar la violencia y el narcotráfico en el país, y sugiere una revisión de esas tácticas por la seguridad nacional.
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La senadora Cabal critica específicamente la aparente pasividad del gobierno frente a los desafíos impuestos por las organizaciones criminales.
La congresista del Centro Democrático critica la aproximación del presidente Petro hacia la resolución del conflicto interno y el trato con los cabecillas del narcotráfico y grupos armados.
El llamado a revisar la “política del amor” del presidente Petro propone una reflexión más amplia sobre las estrategias de paz y reconciliación en Colombia. En este sentido, las palabras de Cabal resuenan con una parte de la población que duda de las negociaciones de paz sin condiciones claras que aseguren la justicia y la reparación para las víctimas.
Mientras que algunos sectores apoyan una aproximación más dura hacia los grupos armados, otros abogan por el diálogo y las soluciones negociadas como la única vía para alcanzar una paz duradera.
Este fue el discurso de la “política del amor” de Petro
El concepto de “amor eficaz”, según lo mencionado por el Presidente Petro, se destaca como una estrategia crucial para alcanzar la paz, contrario a prácticas como el secuestro, las cuales solo perpetúan la violencia y el tráfico humano. Este enfoque sugiere que para construir una sociedad nueva y pacífica es esencial eliminar la mercantilización del ser humano, promoviendo, en cambio, una distribución justa y amorosa de los recursos públicos.
“He estado hablando sobre la política del amor eficaz, un concepto que Camilo Torres planteó hace décadas, y del cual no había tenido conocimiento, pues no había nacido en esa época. El amor eficaz, aparentemente desconocido para la dirigencia del ELN, se contrapone directamente a acciones como el secuestro. Secuestrar personas es el antítesis del amor eficaz y, claramente, no contribuye al camino de la paz, sino que conduce a conflictos y turbulencias. Es fundamental tener claro que tanto para ellos y ellas como para nosotros, el rumbo hacia la paz excluye totalmente el secuestro, es decir, convertir el cuerpo humano en una mercancía…”
Petro también citó al sacerdote católico Camilo Torres, primer teólogo de la, liberación, con el concepto de “amor eficaz”, sosteniendo que dicha conceptualización aún resuena en los discursos contemporáneos como una crítica a la dirección de grupos como ELN, quienes han retomado lamentablemente prácticas de secuestro.
Este enfoque se opone a la conceptualización de los seres humanos como mercancías, una práctica que deshumaniza y reduce a las personas a objetos de transacción comercial, crítica que Jose Felix Lafaurie sostuvo en conversaciones con Caracol Radio, mencionando que “Aquí la vida humana vale y cuando se usa la vida humana como mercancía de cambio, me parece que se está incurriendo, además de un delito de lesa humanidad, de un crimen de guerra, viola todo lo que es la jurisprudencia de lo que es el tratado de derechos humanos… una cosa más elemental, es que eso irrita la conciencia de los colombianos que han vivido durante tantos años bajo el terror del secuestro”.
“… Lo esencialmente humano debe ser excluido del mercado. Esto contradice los deseos del capitalismo, el cual comercializa con mujeres, niños, sentimientos y pasiones para obtener ganancias. Aquellas personas que buscan construir una nueva sociedad deben empezar por eliminar el carácter mercantil del ser humano. Un secuestro es, a fin de cuentas, una transacción mercantil que degrada al ser humano, independientemente de su identidad”, continuó explicando el presidente Petro.
La propuesta del amor eficaz insta al gobierno y a la sociedad a reevaluar las prioridades, enfocándose en satisfacer las necesidades humanas básicas mediante el uso justo y amoroso de los fondos públicos, provenientes de los impuestos de la población colombiana.
La crítica a convertir el cuerpo humano en una mercancía aboga por una transformación social donde lo esencialmente humano se sustraiga del mercado. Esta visión condena toda forma de explotación humana, incluyendo el secuestro, y destaca la importancia de proteger la integridad y dignidad de todos los individuos. Al confrontar estos desafíos, la filosofía del amor eficaz, según explica el presidente Petro, sugiere un camino hacia la paz mediante la solidaridad, la empatía y la equitativa distribución de los recursos.
