Marley, un gato de pelaje blanco con negro, se convirtió en el encargado de proporcionar consuelo y esperanza a 11 mujeres de entre 22 y 70 años que fueron víctimas de esclavitud, explotación o trata de personas.
Habitan en el refugio Caritas Bakhita House de Reino Unido y reciben el cariño de la mascota al mismo tiempo que sanan sus heridas y buscan reconstruir sus vidas.
La gran e invaluable labor de Marley apoyando a las mujeres provenientes de 11 países diferentes lo hizo acreedor al importante reconocimiento de “Gato Nacional del Año”, otorgado por Cats Protection, la organización benéfica para felinos domésticos más grande de Reino Unido.
Marley y su inigualable apoyo
Una de las cuidadoras de Marley y trabajadora del refugio comentó durante una entrevista para Cats Protection que en 2020, un miembro del equipo preguntó si recibirían a un gato en la casa. Ella tiene la teoría de que el ser sintiente sufrió abuso cuando era un “gatito” y que por eso vivía en un albergue felino.
“Pensamos que Marley encajaría perfectamente en nuestro refugio. Le muestra amor y cuidado sin límites (a las mujeres del hogar)”, explicó la trabajadora.
La empleada del albergue aseguró que todas las mujeres habitantes tienen “un nivel” de trauma, así como problemas físicos y mentales como resultado a la explotación que sufrieron, por lo que recurren a “mucha terapia” para ayudarlas a superar su pasado, pero a Marley le encanta que sepan que está presente durante todo ese proceso.
Cuando las sesiones terapéuticas se acaban, el gato busca a mujeres solitarias para hacerles compañía y que no se sientan solas. “Es como si sintiera que necesitan a un amigo, por eso se convertirá en su compañero”, añadió la trabajadora del refugio.
Marley se sienta al lado de las víctimas de situaciones inimaginables y se encarga de entregarles confort y seguridad.
“Es como si ellas pensaran que las entiende, que él comprende su trauma. Saben que pueden llorar y que él no saldrá corriendo. Viven tantas emociones y Marley las acompaña a través de todas”, añadió la encargada del refugio.
Admitió que a menudo ve como la relación se estrecha tanto al grado de que las personas se vuelven uno con Marley, quien está lleno de empatía y amor.
El “corazón peludo del hogar”
“Marley es una parte integral de los viajes de estas mujeres. Y debemos recordar que están en una travesía de recuperación de una explotación bastante severa”, añadió la cuidadora del ser sintiente.
Una mujer identificada por Cats Protection como Karen, declaró en diálogo que, a veces, cuando el gato pone una pata sobre las piernas de sus huéspedes, este se convierte en “el primer gesto de amabilidad que experimentan en años”.
“Tiene un increíble don de empatía, sabe instintivamente quién lo necesita […] creo que había sufrido abusos, ya que le aterrorizan los hombres de unos 30 años”, explicó Karen.
Es este pasado al que le atribuyen su gran habilidad para reconocer el trauma de sus huéspedes. La mujer recordó el episodio en el que una residente “estaba tan angustiada” que era incapaz de comunicarse verbalmente con el equipo, únicamente con Marley, gracias a quien lograron “construir un puente para llegar a ella”.
En su hogar, la mascota también “desempeña labores” de supervisión del personal, así como de seguridad y jardinería. Adora acudir a la terapia artística y ya es un personaje recurrente en las cenas diarias a las 19 horas. “Es el corazón peludo de nuestro hogar”, aseguró Karen.