El vallenato, uno de los géneros musicales más emblemáticos de Colombia, ha dado lugar a innumerables éxitos y ha consagrado a grandes figuras que han dejado una huella imborrable en la cultura del país.
Sin embargo, detrás de la alegría que deja la música y las letras románticas, hay historias que han empañado la carrera de algunos de estos artistas.
En varias oportunidades, estos cantantes han enfrentado problemas serios con la ley, que, incluso, los han llevado hasta la cárcel, tal como está sucediendo con Nelson Velásquez, quien se unió a la lista de intérpretes vallenatos que han tenido que responder ante la justicia.
El pasado 28 de agosto, la Fiscalía General de la Nación condenó a Nelson Velásquez a cuatro años de prisión, luego de que se realizara una investigación que lo habría dejado como culpable.
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“Entre 2012 y 2018, el artista interpretó, como solista y sin la debida autorización, varias canciones de una agrupación musical de la cual hizo parte durante varios años”, una situación legal que ha generado una gran controversia en la industria musical, especialmente por la gravedad de la condena.
Además de la pena de prisión, el fallo de primera instancia impuso a Velásquez Díaz una multa equivalente a 26 salarios mínimos legales mensuales vigentes, lo que representa un monto superior a los 20 millones de pesos.
De todas formas, la entidad le concedió la suspensión condicional de la pena, estableciendo un período de prueba de 48 meses, bajo la condición de pagar una caución equivalente a un salario mínimo legal mensual vigente.
Pero Nelson Velásquez no es el primer cantante vallenato en verse envuelto en problemas legales, ya que con el pasar de los años y el surgimiento del género musical han existido otros artistas que han pasado por situaciones similares.
Diomedes Díaz (el más sonado de todos los casos): no solo es una de las figuras más influyentes del vallenato, sino también uno de los más controversiales. En 1997, fue condenado por la muerte de Doris Adriana Niño, una joven con la que se le vinculó sentimentalmente, pues en ese momento fue acusado de homicidio culposo y pasó varios años en prisión antes de obtener la libertad condicional.
Kaleth Morales (tuvo una detención breve, pero significativa): el artista conocido como “Rey de la nueva ola” del vallenato, fue arrestado por un corto tiempo en 2004 por porte ilegal de armas. En este caso no avanzó a un encarcelamiento prolongado, pero sí alcanzó a generar preocupación entre sus seguidores.
Jorge Oñate (tuvo problemas legales y se salvó de la condena): el “Jilguero de América” enfrentó este tipo de situaciones en 2019 cuando fue investigado por la muerte de un hombre en La Guajira. Aunque el caso nunca llegó a una condena y Oñate no fue encarcelado, la situación generó gran revuelo en los medios y entre sus seguidores.
Rafael Santos, Juancho Rois, Juancho De La Espriella y Churo Díaz (son otros artistas del género que también se enfrentaron a situaciones con la ley): Rafael Santos, hijo de Diomedes Díaz y también cantante de vallenato, fue detenido en 2018 por presuntamente portar un arma de fuego sin los permisos correspondientes. Sin embargo, fue liberado pocos días después.
El famoso acordeonero, Juancho Rois, fue arrestado en 1991 por porte ilegal de armas, aunque su detención fue breve. Juancho De La Espriella, también acordeonero, fue detenido en 2015 en Estados Unidos por problemas migratorios y por conducir bajo los efectos del alcohol, pero tampoco se trató de una detención prolongada.
Finalmente, Churo Díaz, un cantante emergente del vallenato, fue arrestado en 2020 en Valledupar tras ser acusado de secuestro simple y extorsión, aunque fue liberado por falta de pruebas concluyentes.