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A Mecha tal vez lo conozcas por ser competidor de freestyle. Por ahí lo viste rapeando en la Freestyle Master Series (FMS) o en la Red Bull, o tuviste la suerte de cruzártelo en algún stream de Twitch. Incluso, si investigaste mucho, por ahí escuchaste alguno de sus temas en YouTube. O tal vez sólo conocés su nombre al verlo pasar, cada vez más seguido, en titulares en la web, posteos de redes sociales y quieras adentrarte más en su historia. Esta es la oportunidad indicada.
Thomas Nahuel Antonelli está a punto de cumplir 22 años. El nombre bajo el que compite desde los 15 es Mecha, al que cada tanto le agrega un “beastboy” (niño bestia en español) cuando está, justamente, en su modo bestia. Es el campeón vigente de la Red Bull Argentina y hace apenas semanas quedó subcampeón de la FMS Internacional -el evento que enfrenta a todos los competidores de las FMS existentes- cayendo ante el prestigioso Chuty, MC español de mucha trayectoria.
Donde sea que vaya, Mecha representa. Su viaje en la escena del freestyle comenzó hace bastante y desde entonces no ha parado de crecer. Por eso es que a su corta edad ya se adjudica tantos títulos y podios importantes. Pero lo curioso es que este viaje no inició cuando se cruzó un tema del rapero español Nach a sus 13 años o aquella vez, cuando tenía 14, que en el cumpleaños de su mejor amigo le mostraron la épica batalla de Tata VS Kodigo. La semilla se plantó varios años antes.
Villa Carlos Paz, Córdoba. Un Thomas de unos 4 ó 5 años, que lejos todavía está de darse a conocer como Mecha, se divierte cuando su mamá le propone “jugar a las rimas”. No hay un objetivo de que de esa manera le sea más fácil componer en un futuro o ser más ocurrente que el improvisador rival, sino simplemente pasar el tiempo. Sería su mamá la que, poco menos de 20 años después, vería cómo ese juego lo pondría a Thomas como campeón nacional. Pero para llegar a eso hubo varios pasos previos.
La primera competencia de la que participó fue dentro del límite de su ciudad, en el marco de un evento que se hacía todas las fiestas de la Primavera. Cuando cruzó los 37 kilómetros que separan Carlos Paz de Córdoba Capital, dimensionó lo que realmente podía llegar a ser el mundo del freestyle.
En la Sin Escritura, competencia ya clásica de Córdoba, se dió cuenta del nivel que podían llegar a tener los participantes y la convocatoria de los eventos. Era la última época del Quinto Escalón -el torneo de plaza más importante de habla hispana realizado en el Parque Rivadavia de Caballito- y el freestyle nacional estaba en su auge. Mecha apenas tenía 15 años, si no hubiera viajado a Buenos Aires a ser parte de ese fenómeno.
Apenas dos años después, ya con 17, viajó a San José, la capital de Costa Rica, para representar a su país. La primera de tantas veces que vendrían. Al salir campeón nacional de Misión Hip Hop Argentina, obtuvo el pase para la Final Internacional de Poseidón Battles. Pero aún seguía siendo un adolescente, y ni bien terminó de competir, armó el bolso, pidió a la directora del Colegio Julieta Delfino que por favor no le pase las faltas, y partió rumbo a Costa Rica. Una vez allí, perdió en octavos contra SNK, representante local, pero su mayor logro ya estaba dado: ser el único representante de su nación.
foto: instagram @mecha.maturin
Varias veces más lograría alzarse con el título de campeón nacional. El 2019 fue el año de su gran explosión. Ganó la Supremacía MC y participó de competencias de primerísimo nivel, como la BDM nacional, God Level, la Copa Federación y la Final Nacional de la Red Bull. En esta última fue su primera participación y caer en primera ronda ante MKS no le sacó las ganas de seguir dando batalla. Ese año también coronó su debut en la FMS nacional como invitado colgándose el logro del MVP (por ‘most valuable player’, básicamente el jugador más destacado de la jornada) tras una exhibición ante Klan. Al año siguiente, ya formaba parte del plantel de competidores oficiales de la liga.
Se sabía que a escala nacional, Mecha demostraba un gran nivel. El año 2021 lo llevó a quedar tercero en la Red Bull Nacional y en el mismo lugar en la tabla de la FMS Argentina. De esta manera, clasificó a la FMS Internacional por primera vez y se tuvo que enfrentar a Aczino, histórico freestyler mexicano considerado de los mejores de la escena. Ni siquiera ahí se achicó Mecha, que dio pelea y terminó perdiendo en cuartos de final ante el mejor. Dos años después, en 2023, volvería a esa liga ya con el cinturón de campeón nacional de la Red Bull Argentina colgado, y llegaría hasta una final peleadísima ante otro de los mejores, el español Chuty. El jurado decidió que su rival fue superior. A muchos les habrá parecido que Mecha tenía las de ganar. Todos los argentinos se sintieron muy bien representados por el cordobés.
Y el sentirse así no viene únicamente por cómo se haya desempeñado en la batalla. El camino que ha hecho Mecha y el esfuerzo que ha demostrado estar haciendo, son un gran punto de conexión con quien sea que lo esté viendo o escuchando. Él también arrancó carreras en la Universidad porque sus padres querían que tuviera un título. No fue abogacía, no fue sonido. El título fue de campeón nacional de freestyle.
También su representación viene de lo cercano que es. De cómo se expresa en redes sociales, entrevistas o streams. Bien recordados quedarán los directos con Papo MC (último campeón de la FMS Argentina) o incluso junto a su papá. Con ambos, las risas están aseguradas. Y otra de esas formas que tiene de expresarse es a través de la música. En 2020 sacó su primer single, “Mar”, pero en el último tiempo ha explorado sonidos que se alejan del rap y se acercan más al pop y el R&B.
La constante búsqueda de una mejor versión, más verdadera a él, hace a Mecha genuino y a la vez cercano. “Este año tengo otra versión del juego, la vengo teniendo hace meses pero por no arriesgarme me apegué mucho a mi estilo de toda la vida”, escribió en Twitter hace unos días. Y cerró: “Quiero pasar página y ver FMS como la posibilidad de reinventarme. Espero poder trasladar toda la magia arriba del escenario, sin presiones y sin obligación de nada. Este año no busco títulos, busco mi mejor versión. El resto será historia. Salud”.
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