Miles de personas han salido a la calle en el estado mexicano de Chiapas para manifestarse contra el aumento de la violencia, que se ha vuelto insostenible en municipios como Ocosingo, Chicomuselo y Frontera Comalapa.
La organización, que ha indicado que unas 10.000 personas de varios sectores de la sociedad mexicana se han unido a las protestas, ha instado al Gobierno mexicano a detener la creciente ola de violencia, achacada al narcotráfico en la región.
Los manifestantes han hecho hincapié en la importancia de acabar con el ‘modus operandi’ de algunas de las bandas criminales que actúan en la zona y que incurren en secuestros, asesinatos, reclutamiento de menores y desplazamiento forzoso.
La marcha ha comenzado en la Central de Abastos de Tuxtla Gutiérrez y hasta allí se han movilizado defensores de los Derechos Humanos, profesores, conductores y miembros de la Iglesia, así como miembros de las comunidades mayas tzotziles, tzeltales, tojolabales, choles y zoques, que han portado banderas blancas como símbolo de paz y pancartas con mensajes como “Paz para Chiapas” y “¡La paz es un grito que merece ser escuchado!”.
La manifestación supone un claro llamamiento por parte de la población para que las autoridades tomen las medidas necesarias que lleven a un descenso de la violencia y los enfrentamientos entre cárteles de la droga, una situación que pone en peligro a los ciudadanos.