El 22 de julio se dio a conocer la noticia del fallecimiento de Felipe Ossa, quien durante varios años estuvo al frente de la Librería Nacional.
Su figura era ampliamente reconocida en todo el país por ser uno de los libreros más influyentes en la historia de Colombia. Debido a su notable trayectoria y contribuciones al mundo de los libros, Ossa era conocido como ‘el librero mayor’ o ‘el decano de los libreros colombianos’.
Hasta el momento no se han revelado detalles adicionales sobre las circunstancias de su fallecimiento. A lo largo de más de 50 años, estuvo estrechamente vinculado a la Librería Nacional, donde ocupó el cargo de gerente general, aunque inició su carrera como ayudante de bodega y librero.
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Fue el expresidente Iván Duque quien, a través de su cuenta en la red social X (anteriormente conocida como Twitter), informó sobre el fallecimiento de Felipe Ossa. Duque mantenía una estrecha amistad con Ossa y se encargó de compartir la triste noticia con sus seguidores.
En su mensaje, Duque expresó su pesar por la partida de Felipe Ossa, a quien consideraba un gran amigo. Igualmente describió a Ossa como un gran intelectual, librero y amante de la cultura. En su mensaje, Duque destacó la estrecha amistad que compartía con Ossa, quien fue por años el gerente general de la Librería Nacional.
“Recibo con dolor la muerte de mi gran amigo Felipe Ossa. Fue un gran intelectual, librero, amante de la cultura y por años el gerente general de la Librería Nacional. Compartí su amistad con mi padre y pasar tiempo con Felipe fue siempre una aventura de conocimiento y de reflexión sobre su insuperable calidad humana. Nos harás mucha falta, querido Felipe”, comentó el antiguo jefe de Estado en su cuenta de X.
Y concluyó su post diciendo que: “Solidaridad para su familia, a quienes acompañamos en oración, en especial a su esposa Claudia y su hijo Andrés Ossa, quien ha seguido con orgullo el camino de su padre”.
Aunque Felipe Ossa nació en Bogotá, se crió en Buga, la ciudad natal de su familia paterna, donde a los cinco años inició su amor por la lectura a través de cómics e historietas. Inicialmente tomó clases de dibujo con el sueño de convertirse en ilustrador e historietista, pero eventualmente dejó este camino para dedicarse por completo a su verdadera pasión. Para Ossa, estas publicaciones representaban un recuerdo imborrable de su infancia en una casa grande en una ciudad pequeña y tranquila, así como la imagen entrañable de su padre llevándole libros y revistas de historietas.
A los seis años, inició su afición por coleccionar cómics y novelas gráficas, aunque hizo una pausa durante su adolescencia. Retomó esta práctica a los 18 años, coincidiendo con su ingreso a la librería. Con el tiempo, logró reunir una colección que superaba las 3.000 revistas, novelas gráficas y libros relacionados con el tema.
No obstante, de acuerdo con El Espectador, no culminó el bachillerato debido a su expulsión del colegio, decidió enfocarse en su aprendizaje fuera del entorno académico y sumergirse en la lectura de libros como su principal fuente de conocimiento.
En ese sentido dijo en una entrevista para el medio de comunicación antes mencionado que: “No volví a entrar a ningún colegio ni nada. Soy un autodidacta. Sí estudié mucho por mi cuenta, historia, filosofía, literatura, ciencia y arte. Sistemáticamente, me puse a estudiar las materias de las humanidades, pero no terminé el bachillerato. Tampoco tuve la intención de entrar a la universidad. Mi verdadera universidad han sido los libros”.
Asimismo, publicó tres libros dedicados al estudio del noveno arte: “El mundo de la historieta”, “La historieta y su historia” y “Los héroes de papel”. También formó parte del equipo editorial de la revista colombiana Click, especializada en el análisis y difusión de la historieta, la cual tuvo siete ediciones entre los años 1979 y 1984.