“Las artistas femeninas se han reinventado 20 veces más que los artistas masculinos. Tenemos que hacerlo o de lo contrario te quedas sin trabajo”. La cantante estadounidense Taylor Swift explicaba así en su documental Miss Americana (Lana Wilson, 2020) la presión y exigencias a las que se ven sometidas las mujeres en la industria de la música. Ella misma se ha reinventado en casi cada álbum de los 11 publicados desde que empezó sus andaduras en el 2005, con apenas 15 años: arrancó con el country, se lanzó al pop hasta jugar con el folk. Otro ejemplo es el de la británica Dua Lipa. En 2018, la cantante se hizo viral cuando, en una presentación de los premios Brit Awards, en la que cantaba, hasta la fecha, su hit más exitoso, New Rules, un usuario comentó: “I love her lack of energy, go girl give us nothing” (Me encanta su falta de energía. Vamos, chica, no nos des nada). Este mensaje y las consiguientes críticas le llevaron a mudarse a un estudio de danza y a aprender a bailar.
A ellas se les exige mucho más que a ellos, pero están más invisibilizadas. Según los datos que revela el último estudio realizado por Spotify ‘Mujeres a todo volumen: La situación de la mujer en la industria musical’, solo una de cada 5 artistas en la lista de éxitos globales de la plataforma son mujeres. De hecho, ha costado 10 años que una mujer fuera la más escuchada en dicha plataforma. Desde el 2013 (la aplicación se fundó en el 2006) lo han sido Macklemore & Ryan Lewis, Ed Sheeran, Drake y Post Malone. El puertorriqueño Bad Bunny lideró desde el 2020 al 2022, y por fin, una década después y el noviembre pasado, Taylor Swift se alzó con el puesto. El análisis del top 1.000 artistas en Spotify elaborado por Datapulse y Skoove, demostró que el 80% de los principales músicos en la plataforma son hombres, mientras que solo el 20% son mujeres. Taylor Swift, Ariana Grande, Billie Eilish o Dua Lipa son excepciones en un ámbito dominado por artistas masculinos.
“Ellas tienen que saber bailar, tienen que ser guapas, tienen que estar delgadas. Tienen unas exigencias que a un hombre artista no se le pide”, cuenta a Infobae España Ana Gómez de Castro, directora del Máster Música en Directo Live Nation de la Universidad Complutense de Madrid y experta en música y género. Por ello, argumenta que la brecha de género reside en un problema estructural, seguido del alto poder en las instituciones que manejan los hombres. “Un hombre tiene más empatía con un hombre, por eso han sido los que se han ido posicionando más rápido”, añade. La experta explica que hay un “efecto dominó” que empieza en la falta de referentes en cualquier tipo de ámbito en la industria. “Para un hombre es más fácil buscar referentes en sus homólogos. Para una mujer, ver a un guitarrista o a un batería que es del género masculino, no le motiva de la misma manera”, añade.
Pero este solo es el ejemplo de las artistas, que al final son la cara más visible. ”Hay otros perfiles profesionales que son casi inexistentes”, añade Gómez. El primer Estudio de Género que la Asociación de Mujeres de Industria de la Música (MIM) elaboró en 2021 refleja que en España hay un claro desequilibrio en los cargos de presidencia, donde las mujeres ocupan sólo un 37% de los altos puestos.
También están infrarrepresentadas en roles técnicos como la producción, la ingeniería de sonido y la gestión de escenarios. “Justo acabo de tener una llamada con un productor musical que tiene una escuela de música y me dice que no encuentra productoras”, cuenta. Menos del 5% de los productores musicales son mujeres y solo el 2,8% han participado en las 800 canciones más relevantes de la última década, como demuestra un estudio de la Inclusion Initiative de la Universidad del Sur de California, llevado a cabo entre 2012 y 2022. Además, en España, el 3% de las reproducciones corresponde a canciones en las que las artistas son productoras. Pese a esto, Gómez explica que en 2024 “podemos hablar de que el perfil profesional de la mujer artista es uno de los que más ha avanzado en los últimos años”, pero el machismo no cesa. “Seguimos viviendo escenas donde la mujer queda relegada a un segundo plano. A mí, mismamente, hace años, trabajando, me dijeron: ¿Y tú de quién eres novia?”.
Sin embargo, ellas están sobrecualificadas. El II Estudio de Género en la industria musical elaborado por MIM, publicado en 2022, detalla que en España las mujeres están más formadas que los hombres. Casi 7 de cada 10 mujeres tienen algún título profesional relacionado con la industria, mientras que solo 5 de cada 10 hombres tienen formación específica. “Al final quien se dedicaba a la música lo hacía porque, o bien tenía un familiar cercano, algún tipo de vínculo, o porque tenía dotes musicales. A día de hoy, uno de los factores que está ayudando a visibilizar a la mujer es esa profesionalización”, añade.
Esto dio un giro hace años, y ahora las mujeres están más formadas que los hombres, pero la falta de contactos y la escasa información son barreras que se siguen encontrando las trabajadoras de la industria musical. Esto también se refleja en el sueldo. El mismo estudio explica que la brecha salarial de género en la industria musical supera el 20%, lo que, a su vez, conlleva menos oportunidades, menos exposición y menos reconocimiento. El patrón se replica casi sin importar el país. Los premios por excelencia de la industria musical, los Grammy, en sus últimos diez años de historia solo han nominado a un total de 14,7% mujeres. Más del 85% eran hombres, como indica el estudio ¿Inclusión en el estudio de grabación?, publicado en enero de 2024 por la USC Annenberg School for Communication and Journalism.
La paridad: la asignatura pendiente de los festivales
La paridad no impera, ni mucho menos, en los festivales españoles. Por ejemplo, el Mad Cool, que celebró su séptima edición este mes de julio en la capital, solo contaba con un 34% de mujeres en su cartel, mientras que un 11% eran grupos o bandas mixtos. El patrón se repetía dos meses antes, en mayo. El Primavera Sound, que tuvo lugar en Barcelona, contaba con 33% mujeres, 12% bandas o grupos mixtos y, en cambio, 50% hombres. Por su parte, el Viña Rock aglutinó a un 90% de hombres en su cartel, mientras que el resto está dividido entre grupos mixtos y mujeres, según datos recopilados por elDiario.es.
“Los organizadores de festivales tienen que ser sensibles a esta temática. No es que no haya artistas”, apunta. “Hay que hacer un esfuerzo, buscar o investigar más. Intentar poner a gente más joven con gente más grande, atraer a mujeres nóveles o más jóvenes. Y eso es lo que va a ayudar”. “El sentido de todo esto es que en unas décadas, ojalá antes, naturalmente ya se hagan carteles igualitarios en la industria, sea igualitaria y, por tanto, este tipo de movimientos no sean necesarios”, reclama la experta.